Brexit, continúa el suspense

    Juan Carmona de Cózar. Abogado. Ex alcalde

    A día de hoy, cuando escribo estas líneas, sigue la pelota en el tejado. En los tejados o los sótanos de Londres y Bruselas. Y parece que son cuestiones aparentemente menores, pero que suenan a que son del tipo “quién la tiene más…”.

    El tema de la pesca, por ejemplo, su importancia económica es insignificante en comparación con otras muchas cuestiones ya resueltas, pero los británicos consideran que la soberanía absoluta sobre sus aguas es una línea roja y los franceses insisten en su derecho ancestral a pescar en ellas. Johnson contra Macron, que en realidad refleja un atávico choque de orgullos patrios. Ingleses y franceses que históricamente “no se pueden ver”. También difieren en el futuro papel del TJCE, o sea, el cumplimiento en el futuro de los acuerdos, ¿cómo se mantiene y se gestionan las diferencias? y ¿ante qué órgano que las resuelva? Y la presidenta alemana – de total confianza de Ángela Merkel – de la Comisión desplegando toda su actividad diplomática para encontrar una fórmula que permita que ninguno aparezca como vencido. Un buen acuerdo implica necesariamente que las dos partes se sientan ganadoras o puedan aparentar que lo son.

    Y mientras, todo lo demás pendiente, y se agota el plazo. Bueno, en realidad como siempre que Europa ha tenido que tomar decisiones importantes, los plazos son relativos, y también las prórrogas. El último día a las 6 de la madrugada nos darán la noticia. ¡Hay acuerdo! El Parlamento Europeo tiene ya previsto reunirse los días 28 y 29.

    ¿Y de lo nuestro qué? Parece que todos los puntos pendientes entre España, R.U. y Gibraltar están ya acordados. Y nos afectan muy directamente porque nuestra economía y nuestro modo de vida en el Campo de Gibraltar dependen, en buena parte, de ese futurible. Pero claro, a su vez esos memorandos de entendimiento están pendientes del Acuerdo de rango superior, el que tienen que alcanzar Londres y Bruselas.

    Siendo optimista, existen tres circunstancias vitales para que un acuerdo sea posible: ambas partes lo quieren, lo mejor para todos es que lo haya y, además, todavía siguen hablando. A día de hoy se espera una visita del Premier a Bruselas.

    Yo, en tanto se deshoja la margarita, sigo acordándome de esa frase genial entre políticos de la novela El Gatopardo: “vamos a cambiarlo todo para que todo siga igual”. Y entonces, ¿para qué han montado todo esto? Políticos…

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