El ayuntamiento de San Roque mantendrá su rechazo al fondeadero de Levante

    Ante un nuevo avance administrativo en el proyecto, el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix mantiene su oposición a una ampliación portuaria que vecinos y empresarios consideran contraria a los intereses económicos y turísticos de San Roque

    En 2016 la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras anuncia la futura creación de un fondeadero exterior frente al litoral oeste del Campo de Gibraltar, abarcando todo el frente de Levante de los términos municipales de La Línea y San Roque.

    Teniendo en cuenta que en este litoral se concentra la mayor actividad turística y deportiva de San Roque, la reacción de los dirigentes locales, colectivos sociales, y empresas y entidades del sector turístico y náutico, ha sido desde entonces contrarias a este proyecto. Sus argumentos son claros: el grave impacto visual y paisajístico sobre un litoral dedicado principalmente al turismo y el permanente riesgo medioambiental que supondría el tráfico y fondeo continuo de barcos de carga a apenas doscientos metros de estas playas.

    Por el lado contrario, se encuentra el principal organismo impulsor de este proyecto, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, que cuenta con los informes y valoraciones positivas por parte de la Junta de Andalucía y el beneplácito de otras entidades como la AGI, la Asociación de Grandes Empresas del Campo de Gibraltar, que también consideran positivo y necesario esta ampliación de las instalaciones portuarias de la comarca hacia el extremo oeste de su costa.

    Ya en 2017 el Ayuntamiento de San Roque lideró las principales acciones de protesta, presentando alegaciones en varios momentos del proceso administrativo, además de coordinar y colaborar con otras iniciativas organizadas por vecinos, empresas y colectivos ecologistas.

    Esta reacción ciudadana hizo que la APBA paralizase temporalmente en mayo de 2017 la tramitación del fondeadero hasta conocer el resultado de un estudio de alternativas. En este sentido, el propio ayuntamiento encargó un informe a la empresa especializada IBERMAD, para estudiar distintas alternativas viables para el fondeadero, además de detallar el impacto ambiental, social y económico que pudieran tener en la zona de Alcaidesa, Borondo-Guadalquitón, Sotogrande y Torreguadiaro.

    El estudio también indicaba que debían ajustarse mejor las previsiones económicas y de actividad portuaria para el año 2020, con las que la APBA justificaba la necesidad de esta nueva instalación. Mientras tanto, el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, continuaba sus contactos con vecinos y empresarios del sector turístico-deportivo del Valle del Guadiaro, cuyos intereses se pueden ver afectados si la APBA continuaba adelante con el proyecto.

    Todo esto mantuvo alejadas las posturas durante ese compás de espera, hasta que la APBA vuelve a reactivar el asunto en agosto de 2018, encontrándose poco después como respuesta una gran protesta ciudadana con la participación de más de un millar de personas y representantes políticos y empresariales en una cadena humana en Torreguadiaro.

    En este mes el tema ha regresado a la actualidad tras la publicación el pasado el día 4 de marzo en el BOE el Real Decreto 150/2023, de 28 de febrero, por el que se aprueban los planes de ordenación del espacio marítimo de las cinco demarcaciones marinas españolas. Y concretamente en la del Estrecho y Alborán, en el apartado 3.3.3 se marca el fondeadero frente a Sotogrande Zonas como de alto potencial para la actividad portuaria.

    Ante esta situación, y preguntado por colectivos ecologistas, el dirigente sanroqueño ha afirmado que el ayuntamiento seguirá manteniendo su oposición a dicho fondeadero exterior, confirmando que la polémica que arrastra este proyecto está lejos aún de resolverse.

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