El golf andaluz, a la vanguardia en la lucha contra la sequía

    Los campos de golf de Andalucía se esfuerzan en mantener su actividad ante la falta de lluvias gracias a avances tecnológicos en la reutilización del agua y otras medidas para reducir su consumo

    En periodos de escasas lluvias como el que estamos sufriendo, aún hay quien, de forma absolutamente infundada, suele poner en el punto de mira a los campos de golf como un gasto no prioritario de agua.

    Sin embargo, la realidad es muy distinta. Por un lado, es necesario recordar que el golf y su atractivo turístico aportan un impacto económico de más de 2.200 millones de euros al año en Andalucía, con más de 52.000 empleos directos, indirectos e inducidos. Por ello el mantenimiento de esta actividad es determinante para un sector estratégico en nuestra tierra como el turismo y la hostelería.

    Pero además de los datos económicos, en un contexto de sequía como el actual destaca la faceta del golf andaluz como industria sostenible, siendo referente nacional e internacional en la reutilización de recursos hídricos y sistemas de eficiencia de consumo.

    Datos que avalan la eficiencia del golf en Andalucía

    Según la Real Federación Andaluza de Golf, del 1,1 millón de hectáreas de regadío agrícola en Andalucía, sólo 3.500 corresponde a campos de golf, el 0,3 por ciento de la superficie total. Además, el golf ha ido sustituyendo el uso de agua potable o convencional para su riego por un aprovechamiento sostenible del agua que ya ha sido utilizada por la población.

    Como confirmaba un estudio de la Universidad de Málaga en 2017, en torno al 80% de los campos de golf andaluces (más de cien en total) utilizan aguas regeneradas, una cifra sensiblemente superior a la media nacional, que la Real Federación Española y la Asociación Española de Campos de Golf sitúan en un 57%. Por tanto, Andalucía es la comunidad con un consumo más sostenible gracias a la reutilización de esa agua que, de otra forma, termina vertiéndose al mar sin aprovecharse para nuevos usos.

    Aún así, el objetivo del sector en Andalucía es el de llegar al 100%, para lo que es necesaria la inversión pública en canalizaciones desde las depuradoras hasta los campos de golf. Actualmente, sólo quedan sin utilizar agua regenerada una minoría de clubes que aún no tienen acceso a la misma por la falta de canalizaciones.

    Césped específico contra la sequía

    Además de los avances en la gestión hídrica y la instalación de sistemas de riegos inteligentes, el golf andaluz también lleva más de treinta años trabajando e investigando sobre nuevos tipos de césped más eficientes. Variedades que necesitan menos agua y aceptan mayores dosis de salinidad, siendo aptos para aguas regeneradas y no potables.

    Por ejemplo, las variedades Bermuda 328 y Bermuda 419, introducidas en los campos andaluces en la década de los 90, consumen un 50% menos agua que las variedades autóctonas del norte de Europa (Agrostis o Rygrass). Hoy en día, los campos siguen investigando nuevas especies de céspedes que permitan reducir aún más el consumo y soporten mejor las condiciones climatológicas extremas.

    Comprometidos con el ahorro de agua en el Campo de Gibraltar

    Según la empresa mancomunada Arcgisa, hasta hace poco los campos de golf del Campo de Gibraltar consumían el 7% del total del agua abastecida en la comarca. Un porcentaje que, desde la primavera de 2022 los clubes de la zona se comprometieron incluso a reducir en una cuarta parte adicional, realizando un esfuerzo superior al que se le exige a la población en general o al sector industrial, que sigue consumiendo más de un 33% del agua que se abastece en el Campo de Gibraltar.

    Para cumplir este compromiso, clubes como La Hacienda Links, San Roque Club, Real Club de Golf de Sotogrande, Almenara, La Reserva, La Cañada y Real Club Valderrama han venido adoptando medidas de ahorro, como la reducción de las zonas de hierba, la renovación de sistemas de riego y el uso de aguas regeneradas, de pozo o lagos de los propios clubes.

     

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    Andalusian golf, at the forefront on drought control

    Andalusian golf courses are striving to maintain their activity in the absence of rainfall through technological advances in water recycling and other measures aimed at reducing water consumption.

    At times of low rainfall, such as the one we are currently experiencing, there are still those who, utterly unfoundedly, place the blame on golf courses for not being considered as a priority water expenditure.

    However, the reality is quite different. On the one hand, it is necessary to remember that golf tourism has an economic impact of more than 2 billion and 200 million euros per year in Andalusia. It provides more than 52,000 direct, indirect, and induced jobs. For this reason, the maintenance of this activity is a determining factor for the tourism and hospitality industry, strategic sectors in our region.

    However, in addition to the economic data, in a context of drought such as the current one, the Andalusian golf industry stands out as a sustainable industry, being a national and international benchmark in the reutilisation of water resources and consumption efficiency systems.

    Data that support the efficiency of Andalusian golf

    According to the Royal Andalusian Golf Federation, only 3,500 of the 1.1 million hectares of irrigated agricultural land in Andalusia correspond to golf courses, 0.3 per cent of the total surface area. Furthermore, golf has been replacing the use of potable or conventional water for irrigation with a sustainable use of water that has already been employed by the population.

    As confirmed by a 2017 study of the University of Malaga, around 80% of Andalusian golf courses (more than one hundred in total) use recycled water. This figure is significantly higher than the national average, which the Royal Spanish Federation and the Spanish Association of Golf Courses estimate at 57%. Andalusia is therefore the region with the highest sustainable water consumption as a result of the reutilisation of the water that would otherwise end up being discharged into the sea without being put to any new use.

    Even so, the sector’s objective for Andalusia is to reach 100%, which requires public investment for channelling water from the wastewater treatment plants to the golf courses. Currently, only a minority of clubs still do not have access to recycled water due to the lack of these pipelines.

    Anti-drought specific grass

    In addition to advances in water management and the installation of intelligent irrigation systems, Andalusian golf has also been working on and researching new, more efficient types of grass for more than thirty years. Varieties that need less water and tolerate higher doses of salinity, being suitable for recycled and non-drinking water.

    For example, the Bermuda 328 and Bermuda 419 varieties, introduced in Andalusian fields in the 1990s, consume 50% less water than native varieties from Northern Europe (Agrostis or Rygrass). Today, the courses are still researching new grass varieties that can further reduce consumption and better withstand extreme weather conditions.

    Commitment to water conservation in the Campo de Gibraltar

    Arcgisa, a joint venture company, reports that until recently the golf courses in Campo de Gibraltar consumed 7% of the total water supplied in the region. A percentage that, since spring 2022, the area’s clubs have pledged to reduce by an additional quarter. This effort is greater than that required of the population at large or the industrial sector, which continues to consume more than 33% of the water supplied to the Campo de Gibraltar.

    To honour this commitment, clubs such as La Hacienda Links, San Roque Club, Real Club de Golf de Sotogrande, Almenara, La Reserva, La Cañada and Real Club Valderrama have been adopting water-saving measures, such as reducing grass areas, renewing irrigation systems, and using regenerated water from the clubs’ own wells or lakes.

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