El Hidrógeno verde, el futuro de la energía y de la industria

    La reconversión industrial hacia procesos basados en el hidrógeno verde, en la que el Campo de Gibraltar contará con un destacado protagonismo, supone una enorme posibilidad de creación de empleo

    El sector del hidrógeno verde está generando grandes expectativas, tanto por su enorme potencial como energía limpia, que puede revolucionar el sector energético y de combustibles, como por sus diferentes aplicaciones en el sector de la química.

    Muchas de las principales compañías energéticas del mundo están apostando ya por realizar una auténtica reconversión industrial, abandonando fuentes de energía fósil y más contaminantes como el carbón y el petróleo, por otros recursos de menor impacto ambiental y mucho más recorrido futuro como el hidrógeno verde

    Esta descarbonización es una prioridad para instituciones supranacionales como la ONU, incluyéndolos en los objetivos de desarrollo marcados en 2015. En Europa, la UE ha fechado su neutralidad climática en 2050, lo que requerirá multiplicar casi por seis la demanda de hidrógeno de 2020. A medio plazo, el compromiso actual es el de reducir las emisiones en un 55% en 2030.

    En una zona altamente industrializada como el Campo de Gibraltar, con uno de los  polos industriales más importantes de España, y dedicado en buena parte al sector energético y derivados del petróleo, esta futura evolución ofrece unas enormes posibilidades de desarrollo y de generación de empleo.

    En 2020 se consumó el cese de la actividad de centrales como la térmica de carbón de Los Barrios, aunque dos años después, con la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania tras la invasión rusa y la bajada del precio del carbón, se reactivó de forma temporal.

    Precisamente, el bloqueo del gas natural ruso y el aumento del precio de los combustibles por este conflicto ha demostrado a toda la Unión Europea los negativos efectos de su enorme dependencia de este producto, ya que hasta 2021 importaba el 83% del gas natural que consumía, procedente de forma tradicional desde Rusia, Noruega y Argelia, entre otros.

    El reemplazo del hidrógeno gris (el que se obtiene del reformado de combustibles fósiles) por hidrógeno verde para cubrir tanto la demanda actual como la futura representa por tanto un gran reto para toda Europa en general, para su actividad industrial y para la ingeniería en particular. Sin embargo, hasta ahora apenas se ha profundizado en el impacto que pueda provocar en el mercado laboral de este sector.

    Para analizar la actual demanda laboral y perspectivas de futuro, la consultora experta en selección de personal para el sector energético, Worldwide Recruitment Energy llevó a cabo un estudio sectorial entrevistando a casi 1.100 profesionales de 53 países durante 3 meses.

    El resultado confirma que los ingenieros y químicos con experiencia en hidrógeno son los perfiles con mayor demanda, además de otras cuestiones interesantes sobre el crecimiento de la demanda laboral, revelando que casi un 88% de las empresas del sector esperan contratar nuevo personal en los próximos meses.

    Además también se aborda un análisis cualitativo sobre el perfil de profesionales más demandado, destacando los de ingeniero, expertos en desarrollo de negocio o especialistas en sistemas de la información.

    Un sector al alza 

    Según el informe anual de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) 2021, la demanda global de hidrógeno en 2020 fue de alrededor de 90 MTon, representando un 50% más que en el año 2000. Esta evolución al alza se mantendrá en las próximas décadas, en las que la incorporación del hidrógeno verde jugará un papel fundamental para consolidar esa demanda.

    Actualmente el consumo de hidrógeno se basa principalmente en usos ya existentes, el refino y la industria. Con su versión menos contaminante, para cumplir con el objetivo de cero emisiones en 2050 además de tener que incrementar la demanda de usos existentes, será necesario aumentar de forma significativa la demanda como combustible industrial y en el transporte pesado por carretera, marítimo y aviación. Para ello, se prevé que un tercio del hidrógeno demandado en 2050 se utilice para producir combustibles como el amoniaco, keroseno y metano sintéticos.

    También en generación eléctrica se incrementará el uso del hidrógeno para combustión, pero un avance decisivo en este sector serán las pilas de hidrógeno, que favorecerán el desarrollo de producción energética mediante fuentes renovables como la solar y la eólica, al mejorar significativamente la capacidad de almacenamiento de la electricidad generada mediante esta vía.

    Siguiendo los objetivos de la Unión Europea, el Gobierno de España, pretende implantar la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP 2050), teniendo como guía este documento para conseguir la neutralidad climática en 2050, y que identifica además las oportunidades económicas que ofrece esta transición, confirmando que este proceso supone una gran oportunidad para la ingeniería en todos los ámbitos.

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