El sector de la restauración se reinventa en tiempos de Covid-19
Terrazas, bares y restaurantes se reincorporan a la nueva normalidad reinventándose y manteniendo estrictas normas de higiene. Los códigos QR facilitarán el acceso a las cartas digitales evitando que pasen de mano en mano
Por Soraya Fernández
Se acabó aquello de “Camarero, ¿me puede traer la carta?”. Son tiempos difíciles y toda precaución es poca para combatir la pandemia del Covid-19. Afortunadamente, las nuevas tecnologías nos permiten encarar lo que han denominado “nueva normalidad” con todas las garantías y a golpe de click.
El sector de la restauración, que ha quedado gravemente dañado por esta crisis sanitaria, comienza progresivamente a incorporarse a esta nueva normalidad. Muchos bares y restaurantes, que aún no pueden acoger a clientes en su interior, han puesto en marcha ya pedidos a domicilio o para recoger en el establecimiento. Los más afortunados, aquellos que tienen terrazas y han decidido abrir, disponen de más opciones para los momentos de asueto de sus clientes cumpliendo las directrices del Ministerio de Sanidad.
Todos, para hacerlo con todas las garantías higiénico-sanitarias, pueden beneficiarse de las nuevas tecnologías para que sus cartas impresas pasen a ser digitales.
Es tan fácil como que los clientes pueden ver la carta de un establecimiento con sólo leer un código QR (del inglés Quick Response Code, Código de Respuesta Rápida en castellano) en sus dispositivos móviles. Es muy sencillo y rápido: el cliente sólo tendrá que escanear un Código QR del establecimiento y accederá instantáneamente al menú del mismo en su teléfono móvil.
De este modo pueden acceder a precios, ofertas, actualizaciones, recomendaciones y alérgenos. Los clientes pueden acceder así a las cartas de sus establecimientos favoritos tanto en el local como en el hogar en el caso de que quieran hacer un pedido a domicilio. Esta modalidad permite además añadir información sobre el establecimiento, ubicación y recomendaciones. Otra ventaja es que se trata de una medida económica y rápida de poner en marcha.
Esto supone además un plus para los establecimientos que cuenten con este sistema ya que el cliente, sin duda alguna, estará mucho más tranquilo al saber que su carta no ha pasado por otras manos. Y eso, en tiempos de Covid-19, no es un capricho. Toda cautela es poca para evitar contagios.
