La programación informática como asignatura

La falta de profesionales en tecnología es un problema en toda Europa acentuado en España. Según un informe publicado por Fundación Telefónica, en 2021 España contaba con 72.000 especialistas TIC, lo que equivalía al 3,8% del total del empleo nacional, frente al 4,8% de media de la Unión Europea (UE). Leer, escribir, calcular y, en un futuro próximo, saber también cómo se dominan los códigos de línea. ¿Deben los niños aprender también a programar? El director de Empleabilidad e Innovación Educativa de la Fundación Telefónica, Luis Miguel Olivas, no tiene dudas y ofrece un sí rotundo “Hay que fomentar, desde las edades más tempranas, vocaciones científicas y tecnológicas.

También creo que es necesario incrustar la asignatura programación en el currículum escolar. Pero no con el fin de que nuestros niños salgan programadores y sí porque la asignatura de programación te ayuda a estructurar tu cerebro y muchas otras facetas de tu vida. Programar es el nuevo lenguaje que tiene que estar en las aulas.” Por otro lado, numerosos expertos dentro del sector alertan sobre los riesgos que la introducción de las pantallas en la vida del niño pueden ocasionar, tales como retrasos en el lenguaje y comprensión oral , debido a verse reducido el tiempo de exposición a experiencias enriquecedoras con sus figuras de apego; también se asocia con problemas de sueño, trastornos visuales, menor capacidad de concentración, aparición de trastornos de atención,… Así, por un lado surge la urgencia de introducir la tecnología en la edad escolar , pero por otro lado, a qué precio, cuándo, cómo,…Ante esta dicotomía que podemos hacer padres y educadores.

Según la Dra. Maria Montessori, “El niño aprende a través de su propia actividad y con la oportunidad de aprender activamente también desarrolla su carácter y personalidad. El niño se perfecciona a sí mismo a través de las manos y los sentidos. Cuando recibe la oportunidad y la guía para producir y descubrirse, puede desarrollar los talentos personales que están en su naturaleza.”  Por tanto, , como recomendación general cuanto más pequeño sea el niño, menos pantallas debería utilizar . En la misma línea y más actual, Alvaro Bilbao neuropsicólogo y escritor del libro “ el cerebro del niño explicado a los padres “ , recomiendo que no se usen dispositivos en los primeros 6 años de vida porque es cuando se desarrolla la imaginación y si el niño pasa demasiado tiempo sentado pasando el dedo por la pantalla, no estará creando sus propios mundos donde jugar. Cuando un niño juega con un dispositivo no activa zonas neuronales  lingüística sino aquellas relacionadas con la mano y la visión. Es diferente, si enseñamos programación porque ahí sí se estimula un tipo de lenguaje y estamos ayudándole a pensar en otro idioma.

Desde el International Montessori School, estamos completamente de acuerdo con estos expertos del pasado y del presente en que los primeros años de vida del niño el aprendizaje debe ser experiencial, tocando, uniendo la parte física con la cognitiva porque así aprende el cerebro a esa edad. Y a partir de esa edad introducir la tecnología y programación como un nuevo lenguaje.