‘Una Idea de Paisaje’ revoluciona la vida artística de La Línea

    El proyecto dirigido por Juan Carlos Bracho y Macarena Alés, y coordinado por Beli Lara, ha provocado durante el último mes la mayor actividad de arte contemporáneo que se recuerda en la ciudad.

    Desde el pasado mes de abril La Línea está disfrutando de una auténtica primavera artística gracias al último proyecto de Juan Carlos Bracho, que trae consigo una amplísima programación y la colaboración de más de veinte artistas y diferentes entidades y colectivos locales.

    ‘Una idea de Paisaje’ surgió inicialmente hace dos años para conmemorar el doble aniversario de los 30 años de la Galería Manuel Alés y los 150 del municipio de La Línea, tal y como nos explica Juan Carlos. “Comenzábamos en abril de 2020 y nos coincidió con el estallido de la pandemia. En un principio no era algo tan ambicioso, pero con el parón de dos años lo hemos ido ampliando y desarrollando”.

    La piedra angular del proyecto se basa en ir más allá del concepto tradicional de paisaje como representación de un espacio natural para concebirlo como proyección emocional, una idea privada y particular, abstracta o real, que refleja lo personal y nuestro entorno.

    “Yo he trabajado mucho esa idea de paisaje”, señala Juan Carlos, “abordándolo desde la abstracción, la mirada del otro, el sueño la utopía, el desierto, hasta llegar al jardín…”, como se muestra en el Museo Cruz Herrera con ‘The voyage of life’, un recorrido videográfico por su obra desde cinco proyectos donde desarrolló el tema del paisaje desde diferentes puntos de vista, “toda una evolución hasta llegar a la parte más abstracta, la de entrar dentro de un paisaje generado a través de un dibujo”.

    Así precisamente se puede sentir cualquier próximo visitante de la Galería Manuel Alés, donde con ‘Come to Dust’ cada rincón de pared se ha convertido en un inmenso frottage que, como dice Bracho, permite “que entres en un dibujo, estar dentro de la propia obra. El dibujo funciona como un contenedor, un escenario, que puede servir para acoger cualquier actividad”.

    De hecho, por la galería han pasado ya y pasarán hasta el próximo 23 de junio eventos de artes plásticas, arquitectura, teatro, conferencias, música o baile, con las que artistas y colaboradores reflexionan sobre su acercamiento a esa idea de paisaje. El resultado de estos ejercicios (audios, vídeos, textos u objetos) rota semanalmente en la sala y sus vitrinas.

    “Ésa era la idea inicial y a partir de ahí ha venido todo lo demás, con la colaboración de más de 20 artistas”, señala Juan Carlos. “Además sin jerarquías”, apunta la directora de la galería, Macarena Alés, “estamos abiertos desde a estudiantes o un señor que hace sus obras recogiendo conchas de la playa, hasta grandes nombres como Guillermo Pérez Villalta, Óscar Alonso Molina o Blanca Gracia, que vienen de forma altruista. Un proyecto artístico de esta envergadura creo que no tiene precedente ni en La Línea ni en toda la provincia”.

    ‘Una idea de paisaje’ también cuenta con una vertiente social y didáctica en la que coinciden Macarena y Juan Carlos. “Me encanta hacer talleres y actividades paralelas a un proyecto. Cuando llevas ya una larga trayectoria compruebas que mover obras de un lado a otro está muy bien, pero si no generas algo más, al final el mundo del arte resulta muy endogámico”, explica el artista linense. “Un problema del arte contemporáneo es que la gente desconoce cómo se crea una obra y eso produce una barrera entre el artista y el público. Aquí tenemos a artistas ensayando y trabajando, y la gente puede ver el desarrollo del proceso creativo, no sólo la obra acabada”.

    “La primera semana Juan Carlos impartió un taller a la asociación local de mujeres gitanas ‘Facali’ y todas vinieron a participar en el frottage”, apunta Macarena. “Y en nuestra semana dedicada al dibujo presentaremos lo que hemos hecho con las mujeres gitanas y el colegio Carlos V”, añade Juan Carlos, “con un proyecto que suelo realizar en universidades y centros de arte sobre el dibujo como herramienta de expresión, no con la idea de hacerlo bien o mal.

    “A los chicos les enseño elementos básicos de dibujo abstracto y figurativo, que al final le sirven para aprender a mirar una obra”, explica el artista nacido en La Línea. “Obviamente no todos terminarán amando el arte contemporáneo, pero sí respetándolo porque aprenden que detrás de cada obra hay un trabajo, una disciplina, y eso es muy importante”.

    “En definitiva, nos interesa el paisaje linense e integrar a la gente, ver cómo cada uno construye su propio paisaje personal relacionándose con su entorno. El arte no sólo somos los artistas, ni nosotros sólo nos alimentamos del arte. La realidad es la que nos alimenta”, concluye Juan Carlos Bracho.

     

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