El CEO de Ayala realiza un positivo balance de la temporada de polo 2022 y destaca el papel de este deporte como elemento distintivo de Sotogrande
Antonio Alés, director general de Ayala, nos recibe en el magnífico entorno natural que rodea el club de polo que este año ha acogido parte de la temporada. Este abogado malagueño lleva dos años en su nueva responsabilidad, un periodo que ha coincidido precisamente con el reto de asumir la organización del polo en Sotogrande, desde mayo a septiembre.
“La mayoría piensa sólo en el torneo internacional, pero desde el 12 de mayo hemos estado realizando torneos”, explica Antonio. “Viendo toda la temporada, tanto en la primavera con un Open de España con 14 equipos, como en verano, el balance súper positivo. En el torneo internacional hemos tenido un 17% más de público y en la final de la Copa de Oro a casi 6000 personas. Los equipos también están satisfechos por la temporada y muchos nos han confirmado para el año que viene”.
“Los asiáticos Dubai, Brunei y Johor repetirán seguro. Son equipos con un potencial interesante y que generan un movimiento económico muy importante para la zona, nos comenta Alés sobre la gran cita de la temporada, fruto de un año de esfuerzo. “Es un trabajo ímprobo, pero cuando las cosas salen bien es una satisfacción enorme. Tenemos muchísimas ganas de seguir haciendo esto durante todos los años que vengan, no nos ponemos límites”.
Para Antonio Alés, el polo debe seguir ligado siempre a la imagen de la zona. “Es su principal rasgo distintivo con respecto a otros sitios de España y de Europa. En otros destinos encuentras lugares para navegar o campos de golf (aunque los de esta zona son espectaculares), pero sólo hay uno para ver polo y ése es Sotogrande. Además, el polo es sinónimo de calidad turística, con visitantes que se quedan varios días y dejan un impacto económico importante. También la estancia de los equipos genera un consumo ingente en la zona de servicios como alojamiento, restauración, alquileres de coches, seguridad, etc..”
No obstante, el CEO de Ayala destaca también el polo como un espectáculo abierto a todo el mundo. “Es algo familiar, van a verlo desde los abuelos hasta los nietos y también es un evento social. Pero no va únicamente destinado a un público de alto poder adquisitivo. La entrada es libre y el espectáculo es el mismo para todos. Ese valor añadido también se da sólo en Sotogrande”.
Su nueva responsabilidad en Ayala le ha hecho pasar de ser un espectador en las canchas a ser parte importante de la organización de la temporada. “Yo no tenía ninguna vinculación con el polo, era secretario en el consejo de administración de Ayala. Con la jubilación del anterior gerente Íñigo Zóbel me ofreció la dirección, decidí darle un giro a mi vida profesional y aquí estoy. Estoy muy agradecido a la familia Zóbel por la oportunidad y plenamente integrado en Sotogrande”
“Ayala no es una empresa al uso, es que esto es su casa. Son los fundadores de Sotogrande y no se puede entender uno sin el otro. Como cualquier actividad empresarial buscan hacer sus números, pero tiene un componente sentimental y personal fuera de lo común”, nos cuenta Antonio sobre el factor emocional de su trabajo. “En la celebración de la victoria de Ayala en el Mediano Hándicap de la Copa de Oro, Íñigo Zóbel dijo estar muy satisfecho por cómo había ido la temporada. Ahí ves una satisfacción especial que no encuentras en un Consejo de Administración hablando de cuentas, sino de valorar cómo ha ido todo y que todo el mundo esté contento. Al final estás trabajando para hacer feliz a la gente. Es un producto de consumo turístico y deportivo pero no algo material que se lleve el cliente, lo ves en la cara de satisfacción de la gente”.
“Ver a la gente feliz te reconforta y te da un subidón, y especialmente si es el jefe”, bromea Antonio, “ése día te vas contento a la cama, pero al siguiente hay que volver a empezar. Este año puede haber sido magnífico pero el que viene, si no ponemos todo el esfuerzo desde el primer hasta el último empleado, se nos puede venir abajo”.
“Seguimos puliendo detalles hasta dar con el producto perfecto”, nos explica Antonio, que augura un futuro muy prometedor. “Tenemos un plan de desarrollo de polo muy importante y si conseguimos realizarlo va a repercutir de forma muy positiva en Sotogrande”.
Todo ello, pensando en toda la zona, a la que Antonio Alés se ha trasladado durante el verano para seguir el trabajo diario. “Sotogrande es único, fuera de lo común, y por eso tiene sus peculiaridades, su propio ritmo. Cuando te adaptas y entras en la dinámica de Sotogrande descubres que es maravilloso, el mejor lugar del mundo. De hecho, mi familia lo disfruta mucho, ¡especialmente mi hija!”, señala Antonio con una sonrisa.
Antonio Alés en diez preguntas:
- Un color
Azul y verde
- Un animal
El perro
- Un libro
El último que que estoy leyendo “Fracasología de las élites españolas” de Elvira Roca
- Una canción
Me gusta toda la música pero venía oyendo a Bowie y su ‘Wild is the wind’
- Una película
‘La gran belleza’ de Sorrentino
- Un hobby
No tengo tiempo para hobbies
- Un sitio para perderse
París
- Algo que nunca falta en tu maleta
Las pastillas de la tensión
- ¿Qué cualidades aprecias más y que es aquello que no soportas en una persona?
Aprecio la lealtad, el sentido del humor y el entusiasmo y no soporto la altanería
- ¿Cómo te describirías en tres adjetivos?
Creo que ofrezco lo mismo que aprecio, ser leal, tener sentido del humor y poner entusiasmo en lo que hago