Disfrutamos de nuestro Café con el presidente del Santa María Equestrian Club en las instalaciones de su club, donde ya han comenzado su nueva temporada de competición que, un año más vuelve a traer Concursos Nacionales de Salto a Sotogrande.
Tras ubicarnos en una terraza con magníficas vistas de la pista, comenzamos nuestra entrevista con Antonio Ortiz, descubriendo a un auténtico apasionado del caballo y de su trabajo, que no piensa en la retirada.
“Nací en Sevilla en el 1958, con lo que acabo de cumplir 65 años, lo cual no significa que me vaya a jubilar, porque no soy capaz de concebir mi vida retirado”, avisa Antonio con la primera sonrisa de la entrevista. “Estudié la carrera de Derecho, pero desde el principio vi que no tenía vocación. A mí lo que me gustaba eran los caballos. Siempre tuve mucha relación con ese mundo por mi familia materna. Eso sí, si no estudiaba, me castigaban sin montar, y al no ser muy buen
estudiante, me buscaba la vida para no dejar de hacerlo”, nos explica nuestro protagonista.
“Ya entonces era socio, y aún lo soy, del Club Hípico Pineda de Sevilla, donde me fui involucrando cada vez más hasta ver que nadie se dedicaba especialmente a la organización de eventos, era todo voluntario. Asíempecé a hacerme cargo de los concursos de hípica. Gracias a esto llegué a la Federación Andaluza y con ella pasé a organizar concursos por toda Andalucía”, relata Antonio, que continúa con su primera gran etapa profesional.
“En 1984 me ficha Pedro Pacheco para hacerme cargo de todo el mundo del caballo en Jerez y allí estuve hasta 2007. En 2002 organizamos el evento hípico más importante celebrado hasta ahora en España, los Juegos Ecuestres Mundiales, donde todas las disciplinas federativas disputan a la vez su campeonato del mundo en una misma sede”.
“Jerez me dio todo. La ocasión de crecer profesionalmente en el mundo del caballo hasta llegar a la cúspide con esos campeonatos del mundo. Tuvimos que reconvertir un estadio de fútbol para la hípica, y se llenó con 30.000 espectadores todos los días”, continúa Antonio. “Mi aportación a Jerez quizá fue la de cambiar un poco la mentalidad. Ayudar a ver la hípica como un deporte olímpico y profesional, especialmente en Salto y Doma, y no quedarnos sólo la faceta tradicional del caballo con las faenas camperas, el flamenco o la feria”.
“España tiene la imagen de ser un país de caballos pero… ni mucho menos”, opina el presidente de Santa María. “Sigue habiendo mucha diferencia con otros países y estamos muy lejos de ser competitivos a nivel internacional. En Francia, Alemania, Irlanda o Inglaterra el mundo del caballo es una industria que computa en el PIB, pero aquí no”.
Tras su larga etapa en Jerez y un breve paso por el Club de Enganche y Museo del Carruaje de Sevilla como presidente “donde estuve muy a gusto, pero echaba de menos más actividad”, mientras dirigía el hipódromo de Mijas Antonio recibe la llamada de Sotogrande. “Ya conocía la zona desde 1972. Recuerdo perfectamente aquellos concursos de salto en la cancha de polo que había junto al mar. También conocía a don Ramón Mora-Figueroa de años atrás, y en 2014 me ofreció incorporarme a Santa María para ayudar a gestionar el polo y optimizar lo que tenían aquí. Lo primero fue convertir estas instalaciones, que sólo servían de alojamiento de caballos para el Torneo Internacional, en un club para la práctica continuada de la hípica, dirigido principalmente a jinetes extranjeros que en sus países tienen que parar durante el invierno”.
“Nuestro objetivo era servir de complemento a Monteenmedio, que ya tiene hasta ‘overbooking’, lo que nos viene muy bien. Aquí tenemos un clima magnífico y una ubicación ideal. El problema es que esta localización es muy sensible al desarrollo urbanístico”, detalla Antonio. “Necesitamos espacio para poder crecer, porque para albergar 800 o 900 caballos hay que construir el mismo número de boxes, y espero que con la nueva regulación sea posible. Es necesaria una fuerte inversión, pero también los permisos administrativos. Ambas cosas deben ir de la mano, porque si no hay seguridad de poder acometer el proyecto, la inversión se retrae”.
“No hay un sitio como éste en todo el mundo, y debemos aprovecharlo para desestacionalizarnos”, continúa nuestro invitado. “Como digo siempre, el verano se vende sólo, por eso hay que fomentar un turismo de actividad para todo el año y que el deportista se convierta también en turista”.
De su etapa en Santa María, a Antonio le correspondió vivir ese relevo histórico en la gestión del polo de Santa María a Ayala. “La familia Mora Figueroa llevó el polo a lo más alto durante cincuenta años, que son muchos. Ayala vino con la ilusión de abrir una nueva etapa con nuevas energías, con lo que la sucesión no fue difícil. Las dos familias siempre han colaborado con el mismo objetivo en Sotogrande”, señala Ortiz, “y que todo siga en marcha y en buena dirección beneficia a todo el mundo”.
Desde entonces, Ortiz centra sus esfuerzos en la actividad ecuestre desde la presidencia de Santa María. Ante la pregunta de si continúa montando a caballo, Antonio no puede evitar un destello de tristeza en su mirada, aunque lo elude rápidamente con el buen humor del que ha hecho gala durante la entrevista. “Alguna vez, pero ya me cuesta hasta pasar la pierna para montarme”, responde con una nueva sonrisa.
Antonio Ortiz en 10 preguntas:
• Un color: Verde
• Un animal: El caballo
• Un libro: ‘Historia de una Finca’ de los hermanos De las Cuevas y ‘El Mundo de Juan Lobón’
• Una canción: No soy muy aficionado a la música, pero… ‘La pared’ de Bambino, por ejemplo
• Una película: ‘Gladiator’ de Ridley Scott
• Un hobby: La cacería
• Un sitio para perderse: No me gusta perderme, siempre prefiero el contacto con la gente, pero diría las sierras de Andalucía
• Algo que nunca falta en tu maleta: La ropa. Soy de equipaje sencillo
• ¿Qué cualidades aprecias más y qué es aquello que no soportas en una persona?: Soy un gran convencido de la amistad y no soporto la gente pesada, lo veo como un gran defecto
• ¿Cómo te describirías en 3 adjetivos?: Soy una persona sana, leal y familiar
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Antonio Ortiz: “We are the idyllic venue for the yearround practice of equestrian sports”
We enjoyed our Coffee with the president of the Santa María Equestrian Club at their club’s facilities, where they have already started their new competition season which, once again this year, brings National Show Jumping competitions to Sotogrande.
After settling down on a terrace with fantastic views of the arena, we began our interview with Antonio Ortiz, discovering a true lover of horses and of his work, who is not even contemplating retirement. “I was born in Seville in 1958, so I’ve just turned 65, which doesn’t mean I’m going to retire, because I’m not able to conceive of a life in retirement”, says Antonio as he smiles for the first time during the interview.
“I studied law, but right away I realised that I didn’t have a vocation for it. I loved horses. I always had a close relationship with this world because of my mother’s family. That said, I was punished without riding if I didn’t study, and, since I wasn’t a very good student, I made a living so that I wouldn’t have to give it up”, our protagonist explained.
“I was already a member, and still am, of the Pineda Equestrian Club in Seville, where I got increasingly involved until I realised that there was no particular focus on organising events, it was all voluntary. That’s how I started to take charge of the equestrian competitions. This led me to the Andalusian Federation and with it I went on to organise competitions all over Andalusia”, says Antonio, who continues on with his first major professional stage. “In 1984 Pedro Pacheco hired me to take charge of the equestrian world in Jerez and I stayed there until 2007. In 2002 we organised the most important equestrian event ever held in Spain, the World Equestrian Games, where all the federative disciplines compete at the same time for their world championships in the same venue”.
“Jerez gave me everything. The opportunity to grow professionally in the equestrian world until I reached the pinnacle with the world championships. We had to convert a football stadium for horse riding, and it was filled with 30,000 spectators every day,” Antonio continues. “My contribution to Jerez was perhaps to somewhat change attitudes.
Helping to see equestrianism as an Olympic and professional sport, especially for show jumping and dressage, and not just the traditional aspect of the horse with the country tasks, flamenco, or the fair”.
“Spain presents itself as an equine country, but… it is far from that”, says the president of Santa María Club. “There is still a big difference with other countries, and we are far from being competitive on an international level. In France, Germany, Ireland, or England the equestrian world is an industry that counts in the GDP, whereas it doesn’t here”.
After his long period in Jerez and a brief stint at the Club de Enganche y Museo del Carruaje in Seville as president “where I was very happy, but missed seeing greater action”, while directing the Mijas racecourse, Antonio received a call from Sotogrande. “I had known the area since 1972. I remember perfectly those jumping competitions at the polo field by the sea. I also knew Don Ramón Mora-Figueroa from years ago, and in 2014 he offered me to join Santa María to
help manage polo and optimise what they had here. The first thing we did was to convert these facilities, which were only used to house horses for the International Tournament, into a club for the continuous practice of equestrian sports, mainly aimed at foreign riders who were forced to stop playing
in their home countries during the winter”.
“Our aim was to complement Monteenmedio, which is already overbooked, something that suits us very well. The climate here is magnificent and the location
is perfect. The problem is that this site is very sensitive to urban development,” says Antonio. “We need space to be able to grow, because to house 800 or 900 horses the same number of boxes have to be built, and I hope that this will be possible with the new regulations. A strong investment is necessary, but we also need administrative permissions. The two things must go hand in hand, because if there is no certainty of being able to undertake the project, the investment
will be withdrawn”.
“There is no other place like this in the world, and we must take advantage of it as a way to deseasonalise”, our guest continues. “As I always say, summer sells itself, that’s why we have to promote activity tourism for the whole year, so that the sportsman also becomes a tourist”.
During his time at Santa María, Antonio was responsible for the historic changeover in the management of the polo club from Santa María to Ayala. “The Mora Figueroa family brought polo to its pinnacle for fifty years, which is a long time. Ayala was eager to embark on a new stage of development with new dynamism, which made the handover easier. The two families have always worked together towards the same goal for Sotogrande,” Ortiz points out, “and it’s in everyone’s interest that everything keeps moving in the right direction.”
Ever since then, Ortiz has focused his efforts on equestrian activities at the head of Santa María’s management. When asked if he still rides horses, Antonio can’t
avoid a glint of sadness in his eyes, although he quickly overcomes it with his usual high spirits he displayed during the interview. “Sometimes, but it’s hard for me to even put my leg through to get on”, he replies smiling again.
Antonio Ortiz in 10 questions:
• A colour: Green
• An animal: The horse
• A book: ’Historia de una Finca’ by the De las Cuevas brothers and ‘The World of Juan Lobón
• A song: I’m not much of a music buff, but… Bambino’s ‘La pared’, for example
• A film: ’’Gladiator’ by Ridley Scott
• A hobby: Hunting
• A place to get lost: I don’t like straying, I always prefer being in contact with people, but I would say the Andalusian mountains
• Something never missing in your suitcase: Clothes. My luggage is simple
• What qualities do you appreciate the most and dislike in a person?: I am a firm believer in friendship and I can’t stand annoying people, I see that as a big flaw
• How would you describe yourself in 3 adjectives?: I am a healthy, loyal and family-oriented person
