La compañía abandona la ampliación prevista de sus instalaciones en el Campo de Gibraltar para un mayor aprovechamiento del crudo por ser un «proyecto no apto para continuar con él» según su CEO, Maarten Wetselaar, apostando a partir de ahora por la reconversión de sus refinerías en parques de energía sostenible.
El pasado 30 de marzo se confirmaba que Cepsa abandona el que iba a ser su proyecto de inversión más importante en el Campo de Gibraltar desde hace décadas, el denominado ‘Fondo de Barril’. Este plan, anunciado en 2018, suponía la ampliación de las instalaciones de la refinería campogibraltareña para lograr una mayor aprovechamiento del crudo. Con una inversión estimada de unos 1.000 millones de euros y la generación de 3.500 empleos, contaba con el beneplácito de la Junta de Andalucía, que le había otorgado la máxima prioridad.
Sin embargo, todo finalmente se ha quedado en nada tras la confirmación del CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar, quien aseguraba el pasado 30 de marzo que el Fondo de Barril no se adapta a la nueva estrategia de reconversión verde de la compañía.
«Ese proyecto, por lo tanto, no va a continuar. Era una inversión muy grande y creemos que ya no es un proyecto apto para que continuemos con él. Nuestras refinerías van a ser relevantes durante un tiempo todavía, pero preferimos dedicar nuestras inversiones futuras al biocombustible y al hidrógeno, pero no a este tipo de usos en nuestras refinerías», explicaba Wetselaar, que ya indicaba el objetivo futuro de reconvertir sus refinerías en parques energéticos «diversificados y sostenibles».
No obstante, el CEO de Cepsa destacaba de sus instalaciones en la zona su situación estratégica “en el sur de Europa, junto a los principales puertos, lo que proporciona a los grandes clientes industriales un acceso privilegiado a los mercados clave. Las dos que tenemos en Andalucía están muy bien posicionadas para convertirse en productoras de energía sostenible y limpia», señaló Wetselaar, confirmando el futuro de su compañía en el Campo de Gibraltar.
Nueva estrategia hacia energías sostenibles
Cepsa invertirá entre 7.000 y 8.000 millones de euros hasta 2030 en su nueva estrategia para liderar la movilidad y la energía sostenibles en España y Portugal con el objetivo de convertirse en un referente de la transición energética. De esta forma, el 60% de las inversiones se destinará a negocios sostenibles desde 2023, de los que Cepsa espera una mayor contribución a su Ebitda, pasando del 14% en 2022 a más de la mitad en 2030.
En esa línea, la compañía pretende reducir en 2030 sus emisiones de CO2 en un 55% respecto a 2019, aspirando a cero emisiones netas en 2050. Esta nueva estrategia para la presente década, denominada ‘Positive motion’, estará formada por dos líneas de desarrollo: movilidad sostenible y ‘new commerce’, y energía sostenible.
Para descarbonizar el transporte por carretera y la movilidad del cliente final, la empresa pretende desarrollar la mayor red de recarga ultrarrápida en carretera en España y Portugal junto a Endesa con un ratio mínimo de un cargador de 150 kilovatios (kw) cada 200 kilómetros en las principales vías. Además, impulsará la demanda de hidrógeno verde en el transporte, estableciendo para 2030 una estación de repostaje cada 300 kilómetros en los corredores que conectan España con Europa.
Por otro lado, sus estaciones de servicio se transformarán en espacios digitalizados con una amplia variedad de servicios: alimentos frescos, parafarmacia, comercio electrónico, recogida de paquetería y soluciones multienergía para el repostaje en carretera.
Apuesta decidida por energías renovables
La nueva estrategia de Cepsa acelerará la descarbonización de los clientes industriales, el transporte aéreo y marítimo y de la propia compañía, mediante la producción de hidrógeno renovable y biocombustibles. Además, prevé desarrollar proyectos de energía solar y eólica para su propio consumo con una capacidad de siete gigavatios.
Para reducir un 50% la huella de carbono en esta década Cepsa apuesta por el hidrógeno verde en España. ”En Andalucía tenemos dos parques energéticos y el sistema de energía solar más económico de Europa e importante también para el hidrógeno verde y eso nos llevará a ser más baratos. El 40% del hidrógeno de España se consume en Andalucía, así que podemos trabajar con nuestros propios vecinos. Por el Estrecho pasan miles de buques que van a necesitar metano verde o hidrógeno verde, y vamos a ofrecerles todos esos productos», indicó Maarten Wetselaar, que aspira a liderar en 2030 la producción de hidrógeno en España y Portugal con una capacidad de 2 gigavatios.
La empresa también pretende dominar la producción de biocombustibles de segunda generación, llegando a 2,5 millones de toneladas al año en 2030. En este ámbito buscará convertirse en el proveedor de referencia de combustible sostenible para la aviación, del que ya representa el 35% del suministro energético para el sector aéreo en España, aumentando su producción anual a 800.000 de toneladas.