La profesión de constructor de embarcaciones requiere de la coordinación de un amplio equipo de especialistas, para dar vida a los encargos de los armadores. Hablamos con uno de los profesionales con más experiencia del sector

Por Reyes Seijas

A menudo disfrutamos de espectaculares estampas que las embarcaciones ofrecen en alta mar o de las visuales de los puertos deportivos. Pero aún más emocionantes son las experiencias que se viven navegando, ya sea por placer, competición o desarrollando alguna actividad comercial.

En esta ocasión hemos querido ir más allá y conocer qué hay detrás de esos medios de transporte marinos, cómo se construyen, qué materiales se utilizan, a qué profesionales implica o qué es lo más importante a la hora de crearlos. Y para saberlo indagamos en la historia y hablamos con José Gallardo, un profesional especializado en la construcción de embarcaciones con 34 años de experiencia en el sector y con el aval de haber construido importantes barcos de recreo y competición a nivel nacional e internacional.

Las primeras pruebas que demuestran el tiempo que el hombre lleva navegando corresponden al Mesolítico. Por aquel entonces eran embarcaciones hechas en madera, que se estuvo utilizando como único material en la construcción hasta mediados del siglo XIX. Hasta que se empezaron a hacer las embarcaciones en fibra, materiales compuestos con propiedades y características específicas, como la buena propiedad mecánica, la resistencia a la corrosión y los agentes químicos o la libertad a la hora de ser moldeados en distintas formas.

La complejidad que entraña la construcción de una embarcación atañe directamente a la especialización técnica. Cuando se trata de construir barcos de recreo entran en juego el gusto o las necesidades del armador, en base a lo cual el arquitecto naval hará un diseño a medida. Mientras que si se trata de barcos de competición, deben regirse por las normas de Capitanía Marítima.  

Con toda la experiencia acumulada, José Gallardo considera que los aspectos más importantes a la hora de construir un barco son que “no esté torcido”, porque aunque no es algo que entrañe riesgos a la hora de navegar “no es ético y en el caso de los barcos de competición, lo pagan”, y que el laminado no se deteriore. “No olvidemos que estamos trabajando con materiales compuestos y pueden hacer reacciones muy raras”, nos decía al respecto.  

La planificación y distribución del trabajo son fundamentales. José Gallardo y todo su equipo trabajan a caballo entre Puerto Sotogrande y el Puerto de Santa María. Colabora con Varadero Puerto Sotogrande en las reparaciones de fibra de vidrio, por lo que sus clientes cuentan con un extraordinario valor añadido y toda la garantía de un trabajo bien hecho.

Lo primero que suelen hacer son los modelos, primero de manera informatizada y después a tamaño real en madera, tarea en manos de los modelistas. Desde ese modelo se saca el molde y en él funden la pieza. Por otro lado están los laminadores, especialistas en trabajar con la fibra de vidrio y darle forma. A los que siguen los montadores y el personal de acabados. “Es un trabajo muy complejo, de muchas horas y el barco debe quedar impoluto”, nos explicaba Gallardo. La mejor época del año para desempeñar este trabajo, al menos en Sotogrande según nos contaba José Gallardo, son los meses de mayo, junio y julio y después, septiembre y octubre. Las altas temperaturas y la humedad son factores determinantes cuando se trata de trabajar con materiales compuestos.

A lo largo de los años la demanda ha variado mucho. Si bien desde 1998 hasta 2007 la producción fue desorbitada, desde entonces la caída se ha hecho notar. Y en la actualidad, especialmente desde hace cinco años, Gallardo se ha adaptado y basa especialmente su actividad en las reparaciones en Sotogrande y en construir pesqueros de 12 y 14 metros y algunos barcos pequeños de 7 metros para aficionados a la pesca no profesional.

La de Gallardo es una profesión muy especializada y con resultados, sin duda, muy vistosos. “He construido barcos de competición, he estado en tres Copas de América, hemos construido barcos ganadores de la Copa del Rey, Copa de la Reina, barcos para la realeza…” Y a día de hoy está encantado con los retos y, con conocimiento de causa, dice “me encanta la construcción y las reparaciones complicadas, lo que no puede hacer nadie”.