El hundimiento parcial del buque granelero, cargado con más de 400 toneladas de hidrocarburos, frente a Peñón y la costa de Levante de La Línea ha supuesto el incidente marítimo más importante en la Bahía de Algeciras desde hace décadas

El mes de agosto de 2022 se despidió del Campo de Gibraltar con la enorme preocupación que causó el incidente protagonizado por el buque OS35, que acabó semihundido frente a la cara este del Peñón y la costa de Levante de La Línea de la Concepción, provocando además varios vertidos de líquido hidráulico y fuel oil a las aguas de la Bahía de Algeciras.

El pasado 29 de agosto, la Autoridad Portuaria de Gibraltar confirmaba el incidente ocurrido entre el buque granelero OS 35 tras colisionar con otro barco, Adam LNG, en una maniobra cuando salía de la Bahía.

Tras un primer intento del capitán por continuar la navegación a pesar de los daños, finalmente terminó obedeciendo a la Autoridad Portuaria gibraltareña, que dirigió al buque OS 35 hacia una zona de fondo arenoso en el lado este del Peñón para poder vararlo y así tratar de minimizar el posible riesgo de que se hundiera, además de asegurar la vida de los marineros a bordo.

Así quedó el buque semihundido frente a Catalan Bay, donde las autoridades del Peñón desplegaron desde el primer momento barreras flotantes para actuar en caso de derrame de combustible. Con 183 toneladas de fuel-oil pesado, 250 toneladas de diésel y 27 toneladas de aceite lubricante a bordo, la carga del OS35 suponía una amenaza directa para toda la costa en torno a la Bahía de Algeciras, pudiendo provocar una marea negra en el peor de los casos, tal y como aseguraban entonces diferentes grupos ecologistas.

A pesar de esas medidas de protección, el primer escape de sustancias peligrosas se detectó el mismo lunes 29 de agosto, horas después de que se informase de la situación. Se trataba de líquido hidráulico proveniente de la proa del OS35, apoyada en el fondo marino.

Tres días después se produjo el vertido más grave, una fuga de aceite y fueloil pesado cuya mancha, debido a las corrientes, llegó a sobrepasar la Punta de Europa del Peñón, penetrando en la Bahía de Algeciras hasta la playa de Poniente de la Línea, que tuvo que cerrarse al baño.

Mientras que por un lado se intentaba evitar la propagación de más vertidos, por otro se realizaban las labores de extraccíón de los hidrocarburos del buque. El seis de septiembre el Consejo de Contingencia de Gibraltar desactivaba «estado de incidente grave» tras confirmar que la mayor parte del combustible ya había sido extraído del buque, lo que suponía un paso definitivo antes de iniciar las operaciones para reflotar el barco. A pesar de todo, restos de fuel llegaron también a la costa gibraltareña de Little Bay, que tuvo que ser acordonada al público y sometida a un intenso trabajo de limpieza en sus rocas.