A pesar de la dureza de la situación, los comercios y empresas de restauración sanroqueños afrontan con optimismo la reapertura de sus locales, si bien la mayoría tendrán que esperar al inicio de la segunda fase de la desescalada, previsiblemente el 25 de mayo. Así ha resumido el alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, las dos videoconferencias que ha mantenido con decenas de responsables de establecimientos de todo el municipio.
En las videoconferencias también participaron la teniente de alcalde delegada de Comercio, Belén Jiménez, y el concejal de Nuevas Tecnologías y Zona Ciudad, David Ramos. La primera de las sesiones reunió a los establecimientos del Valle del Guadiaro y Área de la Bahía, así como a los chiringuitos del litoral, mientras que en la segunda tomaron parte los de San Roque Casco y las barriadas de Estación, Taraguilla y Miraflores.
El primer edil explicó que “desde el inicio de la pandemia, durante estas siete semanas, venimos estando en contacto los distintos miembros del Gobierno municipal con los diferentes sectores del municipio, para saber cómo les viene afectando la crisis socioeconómica que ha generado la pandemia del coronavirus. Hoy hemos mantenido dos videollamadas con los comercios del municipio, restaurantes y bares en su mayoría. El objetivo era escuchar sus problemáticas, dificultades y aclararles sus dudas, incluso recogiendo peticiones, unos deberes que vamos a intentar atender lo antes posible”.
En opinión del primer edil, “hay dificultad, pero también mucho ánimo y mucha fuerza. La gran mayoría de los establecimientos se plantea restablecer la actividad el 25 de mayo con el inicio de la segunda fase, si bien otros comenzarán en la primera fase el 11 de mayo”. Hay que recordar que en la primera fase tan sólo se permitirá la apertura de bares y restaurantes con terrazas, mientras que en la segunda se podrá servir también en el interior de los locales. Explicó el alcalde que “todos van a tener una merma en el número de mesas, hasta alcanzar el 50% que permite el Gobierno”.
En cuanto a las dudas planteadas, Ruiz Boix indicó que “los chiringuitos nos piden que la Junta de Andalucía apruebe cuanto antes la resolución para que puedan iniciar la actividad de los bienes muebles. Y también para ampliar las terrazas, con lo cual podrían mantener el mismo número de mesas que el año pasado. Vamos a solicitar esa ampliación para que así mantengan el mismo nivel de empleo”.
Recordó el alcalde que en principio existe la limitación de estar en los domicilios entre las 23.00 y las 6.00 horas. Por lo tanto, los empresarios quieren saber si se ampliará ese margen horario o tendrán que cerrar a las 22.30 horas para que su personal pueda estar en casa a las once de la noche. En este sentido, señaló que “son unas dudas que queremos que nos aclare el subdelegado del Gobierno” en la provincia de Cádiz, José Antonio Pacheco.
De hecho, los responsables de establecimientos de restauración solicitan una ampliación del horario de cierre de verano, que habitualmente se sitúa a medianoche, para así “poder repartir los clientes de forma que mantengan el nivel de actividad”.
Por su parte, los chiringuitos de no permanencia, que sólo abren durante la temporada de playas y cierran el 1 de octubre, plantean una ampliación de la concesión administrativa hasta final de octubre o incluso noviembre, para de esta forma compensar las pérdidas registradas en abril y mayo.
Entre las gestiones pendientes, el alcalde se apuntó la de instar a la gestora del parking de la Ribera del Marlin a poner en marcha “un bono parking a precio competitivo que facilite la entrada de clientes a los negocios” de dicha zona de Puerto Sotogrande.
“He notado optimismo dentro de una dura realidad -resumió el alcalde-. La mayoría va a realizar la apertura en la segunda fase, y espero que sus apuestas sean positivas, que las actividades sean rentables y que generen empleo para recuperar el número de puestos de trabajo que teníamos el año pasado por estas fechas”, finalizó.