La organización propone normativas claras y homologación de sistemas de retención, que complementen a las recomendaciones ya vigentes de la DGT

En un país cada vez más pet‑friendly, la Fundación RACE ha dado un paso decidido para elevar la seguridad vial y el bienestar animal, proponiendo una regulación específica sobre cómo llevar mascotas en el coche. La iniciativa, presentada el pasado mes de abril junto a la empresa Babyauto, alerta sobre un vacío legal que, hasta la fecha, deja en manos de los propietarios la responsabilidad de disponer todo lo necesario para viajar con seguridad con sus mascotas, pero sin contar con estándares técnicos homologados

La preocupación por este tema tan cotidiano para los propietarios de mascotas viene refrendado por un estudio realizado por la fundación que evidencia una preocupante realidad. Un 70 % de los dueños de mascotas encuestados admitió desconocer cómo cumplir correctamente la normativa actual, que se basa en el Artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación, obligando a mantener la atención al volante sin interferencias. Por otro lado, el 4 % viaja con animales sueltos dentro del vehículo, un comportamiento extremadamente peligroso, ya que en un choque a 50 km/h el peso del animal se multiplica por 30.

La normativa actual en España establece, en su artículo 18.1, que el conductor debe garantizar su atención permanente a la conducción, evitando distracciones o interferencias causadas por el transporte de personas u objetos. Las mascotas entran en esta categoría, pero el reglamento no especifica cómo deben viajar exactamente, ni qué sistemas están homologados. Aquí es donde la Fundación RACE insiste en la necesidad de desarrollar una legislación concreta que obligue a utilizar dispositivos testados y que establezca un sistema de homologación, del mismo modo que ocurre con las sillitas infantiles.

Por su parte, la Dirección General de Tráfico ha intensificado en los últimos años sus recomendaciones sobre esta cuestión. Aunque aún no existen medidas obligatorias técnicas, la DGT insiste en que los animales nunca deben viajar sueltos ni en brazos, y sugiere varias opciones seguras: desde arneses de doble anclaje sujetos al cinturón o al sistema Isofix, hasta transportines colocados transversalmente en el suelo del vehículo o en el maletero. También se recomienda el uso de barreras físicas homologadas para separar el espacio del animal del resto del habitáculo, sobre todo en vehículos familiares o SUV.

Además de por motivos de seguridad, las consecuencias de no cumplir con las recomendaciones de la DGT pueden suponer una sanción considerable. Las multas por transportar mal a una mascota oscilan entre los 80 y los 500 euros, y pueden acarrear la pérdida de hasta 6 puntos del carnet de conducir si se considera una conducta que compromete gravemente la seguridad vial.

Pero a pesar de lo recomendado por la DGT, el problema según RACE es que estos sistemas no siempre están sometidos a pruebas de choque, ni existe un organismo que certifique oficialmente su eficacia. Esto deja a los consumidores desprotegidos y a los animales expuestos a situaciones peligrosas. Por eso, la organización aboga por una acción coordinada entre administraciones, fabricantes y asociaciones del sector para establecer estándares oficiales que permitan diferenciar los dispositivos seguros de los que no lo son.

Para ello, la Fundación RACE y Babyauto han anunciado la puesta en marcha de una serie de crash-tests para evaluar la resistencia real de los principales sistemas de retención animal presentes en el mercado. El objetivo es crear una base técnica que sirva como punto de partida para una futura normativa, y que además permita informar adecuadamente a los consumidores. Mientras tanto, se ha iniciado también una campaña divulgativa para dar a conocer las buenas prácticas en el transporte de mascotas, dirigida tanto a usuarios como a veterinarios, protectoras y cuerpos de seguridad.

Esta propuesta llega en un contexto en el que las mascotas forman parte de más de la mitad de los hogares españoles, y donde cada vez se viaja más acompañado de perros y gatos, no sólo en vacaciones, sino en el día a día.

Con más de 11 millones de animales domésticos registrados en España, que en muchas ocasiones acompañan a sus dueños en sus vehículos, todo apunta a que la protección de las mascotas en carretera será una prioridad en los próximos años. Si prospera la regulación defendida por la Fundación RACE y de fabricantes implicados, se podrá contar con sistemas homologados y de eficacia probada, en beneficio de la seguridad de todos los ocupantes del vehículo, tanto humanos como animales.

________________________________

RACE Foundation calls for clear regulations on how to transport pets in cars

The organisation is calling for clear regulations and certification of restraint systems to complement current DGT recommendations.

In an increasingly pet‑friendly country, the RACE Foundation has taken a decisive step towards improving road safety and animal welfare by proposing specific regulations on how to transport pets in cars. The initiative, launched in April in collaboration with Babyauto, highlights a legal vacuum that currently places the responsibility on pet owners to ensure safe travel without providing approved technical standards.

The concern over this everyday issue for pet owners is backed by a study from the foundation revealing a worrying reality: 70% of respondents admitted not knowing how to comply correctly with current regulations, which are based on Article 18.1 of the Spanish General Traffic Regulations, requiring drivers to remain attentive at the wheel without distractions. Alarmingly, 4% of pet owners travel with their animals loose in the vehicle — an extremely dangerous practice, as in a collision at 50 km/h the animal’s weight can increase thirtyfold.

Current Spanish law states in Article 18.1 that drivers must maintain full attention while driving and avoid distractions caused by transporting people or objects. Pets fall into this category, but the regulation does not specify how exactly they should travel or which restraint systems are approved. This is where the RACE Foundation insists on the need for a specific law requiring the use of crash-tested devices and the establishment of a certification system, similar to those for child car seats.

The Spanish Traffic Authority (DGT) has increased its recommendations in recent years. Although there are still no mandatory technical requirements, the DGT strongly advises against allowing pets to travel loose or on passengers’ laps. Instead, it suggests several safe options: double-anchor harnesses attached to the seatbelt or Isofix system, carriers placed transversely on the car floor or in the boot, and certified physical barriers to separate the animal’s space from the rest of the cabin, particularly in estate cars or SUVs.

Beyond safety concerns, failing to follow DGT guidelines can lead to significant penalties. Fines for improper transport of pets range from €80 to €500 and can result in the loss of up to six driving licence points if deemed a serious road safety risk.

Despite these recommendations, the issue, according to RACE, is that many restraint systems are not crash-tested, and there is no official body to certify their effectiveness. This leaves consumers unprotected and animals at risk. The organisation is therefore calling for coordinated action between authorities, manufacturers, and sector associations to establish official standards that clearly distinguish between safe and unsafe products.

To this end, the RACE Foundation and Babyauto have announced a series of crash tests to assess the actual resistance of leading pet restraint systems on the market. The aim is to create a technical foundation to support future regulation and provide clear information for consumers. In the meantime, an awareness campaign has also been launched to promote best practices for transporting pets, targeting drivers, vets, shelters, and law enforcement.

This proposal comes at a time when pets are part of over half of Spanish households, and more people are travelling with their cats and dogs — not only for holidays but as part of daily life.

With over 11 million registered pets in Spain, many of which regularly travel by car, protecting animals on the road is set to become a major priority in the coming years. If the regulation supported by the RACE Foundation and committed manufacturers goes ahead, certified and crash-tested restraint systems could become the norm, improving safety for all vehicle occupants — both human and animal.