El músico algecireño nos habla de su disco homenaje a Paco de Lucía, grabado en su casa de Sotogrande, con el que continuará actuando en 2025 por diferentes puntos de España y el mundo

Muchas gracias, José Carlos, háblanos de ‘Las huellas de Dios’, tu último trabajo…

El disco es una banda sonora de la vida de Paco de Lucía, nuestro Dios para los guitarristas y para muchos músicos del mundo, por todo lo que consiguió. Desde que tengo uso de razón, ha sido una obsesión seguir su carrera y además tuve la suerte de que mi padre se crió con él y desde pequeño he estado con su familia. Son recuerdos en mi vida que cada día valoro más porque, para un niño que quiere tocar la guitarra y de pronto se encuentra con la familia del guitarrista más importante del mundo y lo conoce… imagínate.  Incluso llegó a decir al final de su vida que me admiraba, algo que para mí fue maravilloso.

Un día pensé que sería bonito ponerles música a todas esas vivencias. Coincidió que entonces estaba escuchando mucho ‘Tauromagia’ de Manolo Sanlúcar, un maravilloso disco conceptual que repasa toda la vida del toro hasta la plaza y quise hacer un disco así, pero ¿con qué historia?, y rápidamente me dije “voy a contar la historia de Paco”.

Eso me inspiró muchísimo y empecé a apuntar momentos de su vida y qué palo flamenco podía ajustarse a cada uno. Han sido unos tres años de trabajo duro pero muy emocionante, porque también he ido recordando mi infancia. Es un disco donde hay mucho sentimiento.

¿Cómo ha sido componer este disco?

He imaginado cada época de su vida y qué sonaría en cada momento. Por ejemplo el primer tema es ‘Calle San Francisco’, donde nació, y ahí pensé, “me voy a imaginar que estoy en el bautizo de Paco, a las 4 de la mañana y sólo queda un grupito pequeño de gente. Pues aquí puede ser una bulería despacito”.

Yo he intentado que suene a Paco, pero que suene a mí también, y eso a veces ha sido muy complicado. Hay guiños muy claros a Paco, como la bulería ‘Calle Ilustración’. Allí vivió cuando se fue a Madrid, y quise hacer una bulería que sonara a los años 70, haciendo un poco lo que él hacía, coger fragmentos de copla (le encantaba la canción española), y de pronto agarrar una pequeña melodía y llevarla por otro lado. Ése me costó muchísimo trabajo, pero ésa es la diferencia y lo bonito del disco

Lo presentaste en mayo en La Línea y después en Madrid, Cádiz, Argelia, Alemania… ¿Cómo está funcionando el disco encima del escenario?

Muy bien. Lo de La Línea ha sido un antes y un después. Tenía muchas ganas de ponerlo en el escenario y allí lo hice con todos los músicos. El disco en directo se multiplica, fue una sensación increíble y además muy bonito traerme de artistas invitados a grandes compañeros como Rafael de Utrera, Tito Alcedo o Francisco Roca con la flauta y la armónica…

La reacción del público fue increíble, vi emocionarse incluso a quienes no eran aficionados al flamenco. Fue algo mágico, por eso estamos preparando conciertos grandes también el año que viene.

Ésa también fue la magia y la habilidad de Paco de Lucía, cautivar al público que no conocía el Flamenco…

Totalmente. Paco dio el gran salto en los 70 con ‘Entre Dos Aguas’. Él mismo contaba que en el extranjero iban a verlo mucha gente porque les recordaba a España y, siendo flamenco, se hizo tan famoso como los artistas de pop. Además coincidió que él era un genio, y eso que la genialidad y la fama no siempre coinciden.

Sus conciertos siempre tenían muchísima calidad pero también era muy inteligente y tenía muy claro el concepto de espectáculo. Nunca dejó de hacer sus palos más flamencos, pero también otra parte más comercial. Así conquistó a un público por todo el mundo que no conocía realmente el Flamenco y eso ha sido muy importante para la guitarra y el Flamenco en general.

Cuando voy a festivales internacionales, con guitarristas clásicos y de otras culturas, yo soy “el flamenco” y me encuentro con un público que lo espera, y eso es una maravilla. Además, ser de la tierra de Paco de Lucía es como un sello de identidad que supone todo un orgullo.

¿Es muy diferente subirse al escenario con tu propio espectáculo que cuando has acompañado a otros grandes artistas?

No tiene nada que ver. Cuando vas acompañando por supuesto das lo mejor de ti, pero es más relajado. Ser solista es mucho más duro, pero bonito también. Estás mostrando tu música, pero te haces más esclavo de la guitarra. Tienes que estar tocando todo el tiempo en un esfuerzo continuo, como un deportista de élite.

Además la guitarra es un instrumento muy difícil, que cambia con un montón de factores: el frío, la humedad, el calor, el sonido… Nadie sabe lo difícil que es subir al escenario y estar bien, porque no es sólo lo preparado que tú vayas, sino con lo que te encuentras.

¿Quién te puso la primera guitarra en las manos?

Aparte de una de juguete, mi primera guitarra de verdad, un requinto, se la pedí a los Reyes con cinco años. Mis padres se sorprendieron mucho, pero aceptaron. Siempre tuve clarísimo que iba a ser guitarrista. No sé de dónde me viene, porque en mi familia no hay ningún antecedente, pero sí recuerdo ver a Paco en la tele con dos o tres años y quedarme impactado. La cosa es que nunca he soltado la guitarra.

¿Próximos proyectos?

Ahora mismo tengo ganas de mover este disco, seguir girando con él durante al menos dos años. Creo que lo merece y después de la respuesta que he visto en el escenario, es lo que me apetece. Además llevo años sin parar de componer, y necesito parar un poco hasta sentir el impulso de contar algo nuevo.

¿Qué te aporta vivir en Sotogrande?

Aquí tengo la tranquilidad de poder tocar a la hora que quiera. Este disco lo he grabado en mi casa empezando a veces a las 7 de la mañana porque me gusta esa primera hora, ya despierto y con la mente clara. Sotogrande es un lugar maravilloso y siempre soñé con vivir aquí. Cuando bajaba de Madrid en coche, con veinte años, a veces me metía en Sotogrande sólo para dar una vuelta, porque siempre me ha parecido un sitio impresionante.

Muchas gracias, José Carlos, y que sigas disfrutando del éxito con ‘Las huellas de Dios’

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José Carlos Gómez: ‘Paco de Lucía is a God for us guitarists’

The musician from Algeciras talks to us about his tribute album to Paco de Lucía, recorded at his home in Sotogrande, which he will continue to perform with in 2025 in different parts of Spain and the world.

 

Thank you for being here José Carlos, tell us about ‘Las huellas de Dios’ (God’s Footsteps), your latest record…

The album is a soundtrack to the life of Paco de Lucía, a God for us guitarists and for many musicians around the world, because of all that he achieved. For as long as I can remember, it has been an obsession of mine to follow his career and I was lucky that my father grew up alongside him and that I have spent time with his family since I was a child. These are memories in my life that I value increasingly every day because, for a child who wants to play the guitar and suddenly finds himself with the family of the most important guitarist in the world and meets him… just imagine that.  He even said that he admired me when he was at the tail end of his life, which was marvellous.

One day I thought it would be nice to put all those experiences onto music. I happened to be listening to ‘Tauromagia’ by Manolo Sanlúcar, a marvellous concept album that reviews the whole life of the bull up to the bullring, and I wanted to make an album like that, but with whose story? and I quickly said to myself ‘I’m going to tell Paco’s story’.

That inspired me a lot and I started to write down moments of his life and decide which flamenco palo would fit each one. It’s been three years of hard but exciting work, because I’ve also been remembering my childhood. It’s an album with a lot of feeling.

What has it been like to compose this album?

I imagined each period of his life and what he would play at each moment. For example, the first track is ‘Calle San Francisco’, where he was born, and I thought, ‘I’m going to imagine that I’m at Paco’s christening, at 4 o’clock in the morning and there’s only a small group of people left. Well, this could sound like a slow bulería’.

I’ve tried to make it sound like Paco, but I’ve also tried to make it sound like me, and that has sometimes been very complicated. There are very clear nods to Paco, like the bulería ‘Calle Ilustración’. He lived there when he went to Madrid, and I wanted to make a bulería that sounded like it was from the 70s, sort of doing what he did, taking fragments of copla (he loved Spanish songs), and suddenly adopting a little melody and taking it in a different direction. That one took a lot of work, but that’s the distinction and the beauty of the album.

In May you premiered it in La Línea and later in Madrid, Cadiz, Algeria, Germany… But how is the album performing like on stage?

Very well. La Línea was a before and after. I really wanted to bring it to the stage and I did it there with all the musicians. The live album is even better, it was an incredible sensation and it was also very nice to bring together great musicians like Rafael de Utrera, Tito Alcedo or Francisco Roca on the flute and the harmonica….

The audience’s reaction was incredible, I even saw those who weren’t flamenco fans get excited. It was magical, that’s why we are preparing major concerts for next year as well.

Paco de Lucía’s magic and skill was also his ability to captivate an audience that didn’t know about Flamenco…

Absolutely. Paco made the big leap in the 70s with ‘Entre Dos Aguas’. He himself said that many people abroad went to see him because he reminded them of Spain and, as a flamenco artist he became as famous as the pop artists. It also coincided with the fact that he was a genius, and geniality and fame don’t always agree.

His concerts were always of the highest quality, but he was also very intelligent and had a very clear concept of a stage show. He never stopped doing his most flamenco palos, as well as his more commercial ones. That’s how he won over audiences all over the world who didn’t really know flamenco music, which has been very important for flamenco and guitar in general.

When I go to international festivals, with classical guitarists and guitarists from other cultures, I am ‘flamenco’ and I find an audience that expects it, and that is wonderful. Besides, being from the land of Paco de Lucía is like a seal of identity that makes me very proud.

Is it very different to go on stage with your own show than when you have performed with other great artists?

It’s completely different. When you’re playing with someone else you give the best of yourself, of course, but you’re more relaxed. Being a soloist is much harder, but it’s nice too. You are performing your music, but you become more of a slave to the guitar. You have to be playing all the time in a continuous effort, like an elite athlete.

Besides, the guitar is a very difficult instrument, which depends on a lot of factors: the cold, the humidity, the heat, the sound… You can’t imagine how difficult it is to go on stage and perform well, because it’s not just about how prepared you are, but also about what you come up against.

Who gave you your first guitar?

Besides having a toy guitar, I asked the Three Wise Men for my first real guitar, a requinto, when I was five years old. My parents were very surprised, but they approved. It was always very clear to me that I was going to be a guitarist. I don’t know where it comes from, because there is no history of it in my family, but I do remember seeing Paco on TV when I was two or three years old and being amazed. The fact is that I’ve never put down the guitar.

What are your upcoming projects?

Right now I’m looking forward to touring with this album, to keep playing it for at least two years. I think it deserves it and given the response I’ve seen on stage, that’s what I’m in the mood for. Besides, I haven’t stopped composing for years, and I need to stop for a while until I feel the urge to tell something new.

What does living in Sotogrande mean to you?

I have the peace of mind of being able to play at any time I want. I recorded this album at home, sometimes starting at 7am because I enjoy the early hours of the morning, already awake and with a clear mind. Sotogrande is a wonderful place and I always dreamed of living here. When I used to drive down from Madrid in my twenties, sometimes I would go into Sotogrande just to drive around, because I always thought it was an amazing place.

Thank you very much, José Carlos, and may you continue to enjoy the success of ‘Las huellas de Dios’.