El mercado actual ofrece alternativas al dilema que se genera en los períodos vacacionales, a la hora de dejar a los canes en las mejores manos y garantizar también sus merecidas vacaciones

Por Reyes Seijas

El perro, el mejor amigo del hombre. La mascota que está en los momentos más importantes y en las circunstancias más dispares, siempre servicial y lista para regalar amor, cariño y compañía.

La paradoja es que la realidad aún sigue arrojando elevados índices de recogida de perros por parte de protectoras y refugios, según el último estudio del que se tiene constancia, realizado en 2018 por la Fundación Affinity. Resultados que, por otra parte y comprobando las cifras por meses, viene a desmentir el mito socialmente extendido de que en vacaciones aumentan las cifras de abandono de estas mascotas.

No obstante, la responsabilidad y la preocupación por el bienestar de los perros, especialmente en vacaciones, es cada vez mayor. El compromiso de tener una mascota de compañía va más allá de la atención y los cuidados diarios que requieren. Las vacaciones son momentos clave en la vida de propietario y animal, porque no siempre el disfrute de estos merecidos periodos de descanso es compatible con la compañía de nuestros perros. Ni todos los destinos están preparados para ello, ni todos los alojamientos admiten actualmente la estancia al completo de familia y mascotas, no son pet friendly.

Además, el distanciamiento de sus dueños puede provocar estrés en el animal que, a su vez, puede repercutir en la alteración de sus pautas de comportamiento. Así que toca dejarlos en las mejores manos y buscarles el espacio, la atención y los cuidados que ellos se merecen.

El mejor modo de hacerlo es empezar pensando en la edad, el carácter y las necesidades de nuestra mascota. Ya que en función de estas variables, habrá que decidirse por alguna de las opciones del sector. Así que, siempre que no se disponga de algún amigo o familiar que pueda cuidar de nuestros perros durante unos días, tendremos que elegir entre las siguientes opciones. Por un lado están las guarderías caninas, que en muchas ocasiones son auténticos hoteles para perros por el espacio, los cuidados y los servicios que ofrecen. Y por otro lado, los  canguros, que se hacen cargo de ellos en un entorno más familiar y con una atención personalizada.

Teniendo en cuenta que los perros son animales muy sensibles a los cambios bruscos, es  lógico que escoger un alojamiento nos genere cierto reparo y sintamos la necesidad de dar respuesta a una serie de requisitos.

En primer lugar, debe disponer de personal cualificado, que aseguren una estancia positiva a tu mascota. Hablamos de educadores, veterinarios, auxiliares, etc.

La guardería que se elija también debe ofrecer una alimentación adecuada. Lo normal es que pidan la comida que suele tomar tu perro. Y en el caso de que ellos prefieran ponerla, debemos asegurarnos de que le ofrecen la misma u otra con características similares.

Otros dos aspectos fundamentales para que ese `hotel´ en el que se alojará tu mascota garantice una estancia plena, consiste en la oferta de habitaciones amplias, con cómodas camas. Y la existencia en sus instalaciones de un gran espacio exterior, donde puedan correr y jugar. Esto, complementado con salidas al exterior con los cuidadores varias veces al día, les evita la sensación de encierro.

Y por último y no por ello menos importante. El alojamiento elegido debe disponer de un servicio de asistencia veterinaria, puesto que junto a los problemas individuales que puedan surgir, se suman los que puedan propiciarse de la convivencia de muchos perros diferentes.

Pero como decíamos, no todos los perros pueden o deben alojarse en una guardería canina. Y para ellos existen los canguros, cuidadores de perros particulares que los alojan en sus casas y les ofrecen un trato totalmente personalizado y familiar. Si esta es tu mejor opción, debes saber que en la actualidad existen multitud de aplicaciones, que te ponen en contacto con cuidadores que bien los atienden en tu casa o en la suya.

Llegado el verano, regálale a tu amigo peludo las vacaciones que se merece.