Los perros socorristas son el binomio perfecto para dar apoyo en las labores de vigilancia y rescate de nuestras costas

Por Almudena González

Que los perros son fieles compañeros de vida lo sabemos de siempre, además de hacernos compañía, nos divierten y acaban siendo un miembro más de nuestra familia. Pero también desde tiempos inmemoriales se han utilizado estos animales para diferentes tipos de trabajos. Algunas razas de perros tienen una gran habilidad para el pastoreo y son utilizadas en tareas agrícolas para guiar y controlar al ganado, es habitual ver perros policía capaces de detectar drogas o explosivos, incluso hay perros entrenados para brindar apoyo emocional en determinado tipo de terapias.

Ahora que se acercan los días de playa es posible que veamos a estos animales en un nuevo rol: perros socorristas. En algunas playas de Andalucía estos perros ya están operativos. Para mejorar la seguridad en las playas de Vélez-Málaga, las autoridades han optado por reforzar el equipo de socorristas humanos con estos animales. Además de contar con la habilidad y experiencia de los socorristas tradicionales, incluirán a estos perros especialmente entrenados para tareas de rescate y salvamento en el agua. Desde rescatar nadadores en peligro hasta llevar flotadores o aros salvavidas a zonas críticas, estos perros socorristas se convierten en un recurso valioso para salvar vidas en el mar. Pero su trabajo no termina ahí. También están capacitados para usar su agudo sentido del olfato en operaciones de búsqueda y rescate. En aguas turbias o con poca visibilidad, donde la vista humana es limitada, el desarrollado olfato de los perros socorristas les permite detectar personas desaparecidas bajo el agua, acelerando así las operaciones de búsqueda y aumentando las probabilidades de éxito en los rescates.

Nos vamos a la playa de la Barrosa en Chiclana de la Frontera para conocer a Chui, un simpático golden retriever que se ha ganado la simpatía de todos los bañistas. El perro comenzó el verano pasado su entrenamiento para convertirse en el primer perro de salvamento acuático de la Cruz Roja. Su principal cometido será la asistencia a personas con movilidad reducida o necesidades especiales en la playa. Este verano Chui continúa su entrenamiento familiarizándose con el entorno y los elementos con los que trabajará en un futuro como sillas anfibias o flotadores.

Es importante tener presente que un perro nunca podrá ir a un rescate solo ya que sería una temeridad. Siempre serán un apoyo del socorrista humano ya que en otro caso, la víctima podría agarrarse al perro llegando a ahogarlo ya que el animal no sabría librarse de la situación. También pueden ser útiles para llevar material extra, incluso para remolcar una pequeña embarcación como un hinchable infantil, una moto de agua o incluso una zodiac en caso de perros muy fuertes como los terranova. Esta raza es particularmente oportuna para estas actividades no sólo por su fuerza (pueden remolcar hasta 1500 kilos), sino también por su resistencia la frío gracias a la doble capa de su pelaje y sus patas palmeadas con membranas interdigitales más amplias que otras razas que hacen que naden mucho más rápido.

No obstante, no solo hay que pensar en razas que disfruten del agua, las necesidades del perro deben estar cubiertas y estas labores deben tratarse de un juego. Habrá que respetar horarios y jornadas en base a la edad y nivel de actividad física del animal y por supuesto, nunca se enviará a un perro a un rescate cuyo riesgo no fuera asumible por un humano.

La presencia de estos canes socorristas supone un gran avance en materia de seguridad y rescates acuáticos y supone un hito de colaboración entre humanos y animales para salvar vidas.

 

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Dogs to the rescue: dog patrols on the beach

Rescue dogs are the perfect partner to provide support in surveillance and rescue work along our coasts

By Almudena González

We have always known that dogs are faithful companions, that they not only keep us company, but also entertain us and eventually become a member of our families. However, these animals have also been used for different types of work since time immemorial. Some breeds of dogs have a great ability for herding and are used in agricultural tasks to guide and control livestock, it is common to see police dogs capable of detecting drugs or explosives, there are even dogs trained to provide emotional support in certain types of therapy.

Now that the beach days are approaching, we may see these animals playing a new role: lifeguard dogs. On some beaches in Andalusia these dogs are already active. To improve safety on the beaches of Velez-Malaga, the authorities have opted to reinforce the team of human lifeguards with these special animals. In addition to the skill and experience of the traditional lifeguards, they will deploy these specially trained dogs for rescue and lifesaving tasks at sea. From rescuing swimmers in distress to carrying floats or lifebuoys to critical areas, these rescue dogs become a valuable resource for saving lives while at sea. But their work doesn’t stop there. They are also trained to use their keen sense of smell in search and rescue operations. In murky or poorly visible waters, where human eyesight is limited, the developed sense of smell of rescue dogs enables them to detect missing persons underwater, thus speeding up search operations and increasing the likelihood of successful rescues.

We went to the Barrosa beach in Chiclana de la Frontera to meet Chui, a friendly golden retriever who has endeared himself to all the beachgoers. The dog began his training last summer to become the first Red Cross water rescue dog. His main task will be to assist people with reduced mobility or special needs while on the beach. This summer Chui is continuing his training by familiarising himself with the environment and the elements he will be working with in the future, such as amphibious chairs or floats.

It is important to bear in mind that a dog can never be sent alone on a rescue as this would be imprudent. They will always be a support for the human rescuer, otherwise the victim would cling to the dog and it could possibly drown, as the animal would not be able to free itself from the situation. They can also be useful for carrying extra equipment, even for towing a small boat such as a children’s inflatable, a jet ski or even a small speedboat in the case of very strong dogs such as Newfoundlands. This breed is particularly suited to these activities not only because of its strength (they can tow up to 1500kg), but also because of their resistance to the cold thanks to their double coat and webbed paws whose interdigital membranes are wider than those of other breeds, which means they can swim much faster.

However, we must not only think of breeds that enjoy water, the dog’s needs must be covered and this work must be regarded as play. Timetables and schedules must be respected according to the age and level of physical activity of the animal and, of course, a dog should never be sent to a rescue where the risk is not manageable for a human.

The presence of these rescue dogs represents a great advance in terms of safety and aquatic rescues and is a milestone in the collaboration between humans and animals in order to save lives.