La gestión del agua, el turismo estival y la necesidad de infraestructuras para una comunidad local que se incrementa cada año marcan los retos que Sotogrande afronta para seguir creciendo de forma sostenible

Para cualquier enclave residencial la sostenibilidad hace años que pasó de ser un ideal para convertirse en una necesidad imprescindible al planificar su desarrollo y su futuro. En este sentido, Sotogrande no es una excepción. Es más, que su crecimiento sea sostenible es una obligación para cuidar el privilegiado entorno natural que le rodea y garantizar su exclusivo, sereno y saludable estilo de vida que le ha caracterizado siempre.

Pero esta ansiada sostenibilidad en Sotogrande también tiene diferentes factores que suponen un auténtico y continuo desafío. La creciente comunidad de residentes, la presión turística en los meses de verano y la necesidad de infraestructuras y servicios cada vez más eficientes ante ese aumento demográfico plantean retos significativos que hemos querido analizar en nuestros Encuentros de SGplus.

Para ello, reunimos en torno a la mesa de Fresco Marina a representantes de diferentes sectores clave que, cada uno en su ámbito, tienen marcada la sostenibilidad como uno de sus objetivos primordiales: Jaime Ravina, director del Club de Golf La Cañada; Isaías Vicente, de la consultora medioambiental Opera Green; Jorge Martí, de la inmobiliaria Noll Sotogrande; Miguel Ángel Díez, director de Puerto Sotogrande; Stephane Menou, director del hotel SO/ Sotogrande; y Sergio Sánchez, gerente de la Entidad Urbanística de Conservación de Sotogrande.

Jorge Martí, comienza confirmando que en el sector inmobiliario la sostenibilidad se ha convertido en un valor más de la vivienda: “Cada vez son más los clientes concienciados en que su casa sea sostenible, para reducir gastos y ahorrar recursos. También hay cada vez más promotores que buscan la más alta eficiencia energética, la máxima sostenibilidad. Ya tenemos en Sotogrande villas 100% sostenibles, que generan el menor impacto posible en el medio ambiente, y en otros complejos residenciales de la zona se han tomado medidas para reducir el consumo de agua, por ejemplo”.

“La sostenibilidad es una palanca estratégica que ha venido para quedarse”, apunta Miguel Ángel Díez, destacando la importancia de este concepto en casi cualquier ámbito actual de actividad. “La sostenibilidad afecta a todos distintos departamentos de una empresa, y así debe ser. Pero además de por estrategia empresarial, es que ya es una obligación desde el punto de vista legislativo”.

“Puerto Sotogrande es el primer puerto andaluz en tener una auditoría de sostenibilidad y tener bandera S. Hemos llegado hasta ahí después de un trabajo de varios años y es una cuestión que está plenamente integrada en nuestros planes estratégicos”, explica el director del puerto deportivo. “La sostenibilidad para mí tiene tres patas fundamentales. Una es la económica; si cualquier acción no es económicamente viable, tampoco es sostenible. La segunda es la medioambiental; el proyecto debe ser viable económicamente pero también respetuoso con el medio ambiente. Y por último la social. La integración de nuestro puerto con nuestro entorno social es fundamental, y de ahí hemos creado la Fundación Navega y otras muchas iniciativas”.

En este punto, Stephane Menou lanza la primera cuestión general para toda la mesa. “No sé si en Sotogrande hay realmente una cohesión para visibilizarnos como un destino sostenible. Hoy en día, el sector hotelero y el mundo del golf, no podemos mantenernos sin el sello de calidad de sostenibilidad. En la propia construcción o reforma del hotel ya teníamos muchas obligaciones que cumplir, pero también en nuestra actividad diaria. Tenemos auditorías y reportes mensuales para demostrar que cumplimos con lo que se nos exige en impacto ambiental”.

“En el golf es igual”, continúa el director del SO/ Sotogrande. “Hay que buscar el nivel de sostenibilidad, principalmente en el consumo de agua y electricidad. Nosotros como hotel lo cumplimos, y seguro que todos, cada uno en su actividad también, pero necesitamos que Sotogrande se visibilice en general como un destino sostenible”.

“Coincido en que la sostenibilidad hay que medirla tanto en el punto económico como el ambiental”, interviene Isaías Vicente. “Pero en una zona como ésta chocamos con intereses que son muy complejos. Sotogrande ha crecido en base primero a la marina y luego al golf, y los campos de golf se comportan como un monocultivo, algo que para la naturaleza es terrible. ¿Pero qué podemos hacer? Pues implantar prácticas sostenibles, como dice Stephane, y, por ejemplo, mantener zonas de nuestro campo de golf que conserven parte de la vegetación y arboleda natural”.

“La sostenibilidad hoy en día no puede quedarse en sólo una marca o acciones superficiales. La sostenibilidad que vendamos como destino tiene que ser real y venir avalada por el asesoramiento de expertos”, continúa el director técnico de Opera Green. “El turista que recibe Sotogrande, principalmente el internacional, valora mucho que de verdad haya un esfuerzo por, como decía Jorge, que su casa sea energéticamente eficiente. Por eso la sostenibilidad de los destinos pasa porque nos unamos todos, no se puede conseguir si no está todo el mundo en el mismo barco”.

Otro de los puntos principales que se trató en el coloquio fue la gestión del agua. Un tema que, aunque afortunadamente solventado por las lluvias del último año, sigue preocupando ante el retraso en las necesarias inversiones por parte de las administraciones públicas.

“Una de mis primeras reuniones cuando llegué en el verano de 2023, cuando no podíamos regar ni el campo ni los jardines fue por este tema”, comenta Jaime Ravina. “Y me sorprendió ver cómo se conocía perfectamente el problema pero las soluciones no avanzaban”. Una sensación que comparten de todos nuestros invitados, que lamentan que proyectos estratégicos como la implantación de los ciclos de agua regenerada o la presa de Gibralmedina no terminen de convertirse en realidad.

“Somos una urbanización en la que la mayor parte del consumo es para riego, por lo que para el futuro de Sotogrande es vital no malgastar el agua que tenemos, sino poder reutilizarla como agua reciclada. Es la que más necesitamos”, comenta Sergio Sánchez, “pero en cuanto a la presa… Miguel Ángel y yo nos jubilaremos antes de que construya”, lamenta con ironía.

La necesidad de mejores infraestructuras de comunicación, con la que evitar los habituales atascos de verano fue otro de los puntos tratados en el coloquio como ejemplo de otra cuestión fundamental para Sotogrande, la movilidad.

“Con un mejor sistema de transporte público en la comarca, se evitarían muchos desplazamientos particulares en coche a la zona”, apunta Jaime, “pero también dentro del propio Sotogrande”, apuntan otros invitados como Stephane, que comenta los problemas de movilidad de sus empleados en el hotel y en The Beach, especialmente en temporada alta.

“En el Puerto contabilizamos en julio 150.000 entradas de vehículos por la barrera en julio y 160.000 en agosto”, apunta Miguel Ángel, “Nosotros llegamos al millón”, añade Sergio, dando una medida del enorme tránsito de vehículos que se produce en temporada alta por la gran afluencia de visitantes.

Precisamente a ese enorme incremento de turismo en verano se añade otro reto de futuro para Sotogrande, el crecimiento de su población residente. Un factor que todos coinciden que es enormemente positivo para la zona pero que debe tenerse en cuenta para mantener la calidad de los servicios e infraestructuras que requiere la ciudadanía.

No obstante, Sergio se atreve a vaticinar que ese incremento de población residente tendrá su límite por la propia idiosincrasia de Sotogrande. “Ahora podemos estar en torno al 20 o 25% de población residente, pero no alcanzará nunca una cifra como el 80% porque sigue habiendo mucho propietario que sólo viene en vacaciones”.

“No obstante, incluso aunque subiéramos al 40% no habría que preocuparse, la urbanización está perfectamente diseñada”, concluye el gerente de la EUC llegando casi al final de esta interesante conversación sobre la presente y futura sostenibilidad de Sotogrande.

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Sotogrande in balance: sustainability, mobility, and residential growth challenges

Water management, summer tourism, and the growing need for infrastructure to support an expanding local community define the key challenges Sotogrande faces to continue growing sustainably.

For any residential area, sustainability ceased to be an ideal long ago and became an essential requirement when planning its development and future. In this regard, Sotogrande is no exception. In fact, ensuring sustainable growth is an obligation to preserve the privileged natural surroundings and to maintain the exclusive, serene and healthy lifestyle that has always defined the area.

However, achieving true sustainability in Sotogrande presents a series of ongoing challenges. The growing resident population, the pressure of summer tourism and the increasing need for more efficient infrastructure and services all represent significant issues that we wanted to explore in our SGplus Roundtable Gatherings.

To do so, we gathered key representatives from various sectors at Fresco Marina, each committed to sustainability within their field: Jaime Ravina, Director of La Cañada Golf Club; Isaías Vicente, from the environmental consultancy Opera Green; Jorge Martí, from Noll Sotogrande Real Estate; Miguel Ángel Díez, Director of Puerto Sotogrande; Stéphane Menou, Director of SO/ Sotogrande Hotel; and Sergio Sánchez, General Manager of the Sotogrande Conservation Entity.

Jorge Martí began by confirming that, in the real estate sector, sustainability has become an integral part of a property’s value: “More and more clients want their homes to be sustainable, not only to reduce costs but to save resources. Developers too are increasingly focused on achieving maximum energy efficiency and environmental responsibility. We already have fully sustainable villas in Sotogrande, designed to minimise environmental impact, and other residential complexes have adopted water-saving measures.”

“Sustainability is a strategic driver that’s here to stay,” added Miguel Ángel Díez, underlining its importance across nearly all areas of business activity. “It affects every department in a company, and rightly so. Beyond business strategy, it’s also now a legal obligation.”

“Puerto Sotogrande is the first port in Andalusia to undergo a sustainability audit and to receive the S Flag,” he explained. “It’s the result of years of work and is now fully integrated into our strategic plans. For me, sustainability has three pillars: economic, if an action isn’t financially viable, it can’t be sustainable; environmental, it must also respect the environment; and social, our integration with the local community is essential, which is why we’ve created the Navega Foundation and other initiatives.”

At this point, Stéphane Menou raised a key question for the group: “I’m not sure whether Sotogrande has yet achieved true cohesion in presenting itself as a sustainable destination. In the hotel and golf sectors, sustainability certification is now indispensable. During the hotel’s construction and renovation, we had numerous environmental requirements to meet, and in our daily operations we undergo regular audits and monthly reports to verify compliance.”

“The same applies to golf,” continued Menou. “The focus is mainly on water and energy consumption. We meet these standards, and I’m sure others here do too, but we need Sotogrande as a whole to be recognised as a sustainable destination.”

“I agree that sustainability must be measured both economically and environmentally,” added Isaías Vicente. “But in a place like this, there are often conflicting interests. Sotogrande grew first around the marina and later the golf courses, and golf courses function like monocultures, which is not ideal for biodiversity. What can we do? Adopt sustainable practices, as Stéphane mentioned, such as preserving natural woodland and vegetation areas within the courses.”

“Today, sustainability can’t just be a marketing label or superficial actions,” continued the technical director of Opera Green. “The sustainability we promote as a destination must be genuine and guided by expert advice. The international tourists Sotogrande attracts value authenticity, when, as Jorge mentioned, their homes are truly energy-efficient. That’s why sustainability must be a collective effort; it can’t be achieved unless everyone is on board.”

Another key topic discussed was water management, a recurring concern despite the relief brought by last year’s rainfall, due to delays in public investment.

“One of my first meetings when I arrived in the summer of 2023 was about water restrictions, we couldn’t even irrigate the course or gardens,” recalled Jaime Ravina. “What surprised me most was how well the issue was understood, yet how slowly the solutions were progressing.” A sentiment shared by all participants, who lamented that crucial projects, such as the implementation of recycled water systems and the Gibralmedina reservoir, remain pending

“As a community, most of our water use goes to irrigation, so the future of Sotogrande depends on not wasting what we have, but on reusing it,” noted Sergio Sánchez. “Recycled water is essential. As for the reservoir, Miguel Ángel and I will probably retire before it’s built,” he joked.

The conversation then turned to mobility, another major challenge linked to Sotogrande’s sustainability and quality of life.

“With better public transport across the region, we could reduce private car journeys to and within Sotogrande,” suggested Jaime. Stéphane added that mobility is also an issue for hotel and The Beach staff, particularly in high season.

“At the port, we recorded 150,000 vehicle entries in July and 160,000 in August,” noted Miguel Ángel. “We reached a million,” added Sergio, illustrating the sheer traffic volume during the summer months.

Finally, the panel addressed another growing challenge, Sotogrande’s increasing year-round population. While all agreed this trend benefits the area, they also stressed the importance of ensuring that local services and infrastructure grow in parallel.

Sergio predicted, however, that resident numbers will naturally stabilise. “We’re currently at around 20 to 25 percent permanent residents, and it’s unlikely we’ll ever reach 80 percent because many owners only come for holidays.

“Even if we rose to 40 percent, there’s no cause for concern,” concluded the EUC manager. “Sotogrande was designed for that and more.”

This thoughtful discussion left one clear takeaway: sustainability in Sotogrande is not just a shared responsibility, it is the key to preserving its unique balance between growth, nature and lifestyle.