En este inusual mes de abril, en el que se nos hace imposible acudir al salón de belleza, es más importante que nunca que mantengáis vuestras rutinas de belleza en casa.

Esa rutina debe ser diaria y diferenciada entre la mañana y la noche.

Por la mañana: Aplicar nuestro producto de limpieza para eliminar los desechos que la regeneración nocturna de la piel provoca, y continuar con una crema hidratante y protección solar.

Por la noche: Repetir la limpieza para eliminar la suciedad que se acumula durante el día y los restos de protección solar, y continuar con una crema de tratamiento más intensa para que ayude a reparar nuestra piel durante la noche. Además algo muy importante en esta época del año y que podéis poner en práctica vosotras mismas en casa, es hacer una exfoliación semanal.

Este paso es esencial ya que además de eliminar células muertas e impurezas, la piel se afina, se ilumina, se suavizan las manchas, las imperfecciones y las líneas de expresión y las cicatrices y estrías mejoran mucho su aspecto. 

Existen 3 tipos de exfoliantes:

Los peelings químicos, que llegan a las capas más profundas de la piel, pero necesitan de recomendación profesional ya que no todas las pieles aceptan este procedimiento.

Los enzimáticos, que se basan en ingredientes  naturales derivados de las frutas y los vegetales, cuyas enzimas son capaces de penetrar en la piel deshaciendo las uniones existentes entre las células muertas y haciendo que se desprendan sin dañar las células vivas.

Y los mecánicos, que consisten en realizar un suave “pulido” de la piel con cremas que contengan pequeños gránulos para ayudarla a desprenderse de las células muertas.

Muy importante después de realizar cualquiera de estos tratamientos, es vital usar protección solar.

Nosotras os recomendamos hacer en casa uno mecánico que son más seguros.

Si no tienes en casa ningún producto específico para hacerlo no te preocupes, puedes hacerlo tu misma, es muy sencillo. Simplemente añade un poco de azúcar a tu producto de limpieza o crema que uses normalmente. Añade más o menos azúcar según el grosor que quieras conseguir. Intenta que en el rostro la textura sea más fina. Aplícalo después de tu limpieza habitual, masajéalo unos minutos y luego retíralo bien con agua.

Para el cuerpo puedes utilizar sal y así aprovechas sus propiedades remineralizantes y aquí la textura puede ser un poco más gruesa. Mezcla la sal con aceite de oliva y añade unas gotas de tu aceite esencial preferido. Trabaja la mezcla bien por todo el cuerpo y luego retíralo con agua en la ducha. Además también te proponemos una receta natural que os sirve como exfoliante y mascarilla a la vez para un cuidado más completo. Esta, una vez preparada, la aplicáis en la piel, realizáis la exfoliación y después la dejáis unos 10 minutos en exposición. Después la limpiáis muy bien con agua y ayuda de una toalla, y aplicáis vuestra crema diaria.

1 pepino pequeño + 2-3 cucharadas de gel de aloe vera + 1 cucharada de avena

Esta receta tiene numerosas propiedades:

Hidrata las pieles secas, calma las pieles sensibles, tiene un efecto astringente que ayuda a las pieles mixtas o grasas y también tiene un alto poder regenerados para pieles con marcas de la edad. Ideal también para después de la exposición solar.