La comarca asiste con expectación desde hace más de un año a las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre Gibraltar, un proceso que se alarga en el tiempo sin una solución hasta el momento.

La falta de avances en la negociación tras el Brexit entre el Reino Unido y la UE para definir la situación de zonas fronterizas como Gibraltar preocupa de forma destacada a la parte española más cercana a este lado de la verja; a ciudadanos, empresarios e instituciones del Campo de GIbraltar en general y especialmente de La Línea en particular.

Por ello, en nuestros Encuentros de este mes de febrero, nos hemos reunido con representantes de estos sectores para analizar la situación actual y perspectivas de futuro para la zona, tanto en el caso de que hubiera acuerdo como en el también posible escenario de que las negociaciones terminen sin fruto.

De esta forma, sentamos a la mesa de Fresco Marina al presidente de la Mancomunidad de Municipios, Juan Lozano; al actual alcalde de La Línea, Juan Franco; a Juan Carmona, el alcalde linense cuando la histórica apertura de la Verja en 1983; al presidente del club de negocios comarcal REDES, Francisco Arroyal; y a Lorenzo Pérez Periáñez, reconocido empresario linense, para analizar este tema.

Juan Franco es especialmente pesimista sobre el final de la negociación, ya que “son muchos los factores que van a impedir un acuerdo definitivo”, destacando en primer lugar cuestiones externas, como el previsible veto de otros países europeos a permitir la libertad de tránsito de los gibraltareños y no hacerlo en otras zonas como Croacia. “Hay que tener en cuenta que, incluso si hubiese un acuerdo, éste tendría que ser aprobado en la Unión Europea por unanimidad”.

Sobre cuestiones directas que se tratan en la negociación, para Juan Franco siguen habiendo muchos escollos. “El Reino Unido no aceptará nunca algo que vaya en contra de los deseos de los gibraltareños. En este sentido, veo el tema del futuro control fronterizo como un punto insalvable”, explica el alcalde de La Línea. “Sin entrar en las razones de cada parte, Gibraltar no va a consentir nunca que haya agentes del Cuerpo Nacional de Policía español en su territorio porque para ellos eso sería una vulneración de su soberanía. Y por su parte España dice que, según el Derecho comparado, en otras fronteras europeas parecidas como San Marino o Mónaco, el control de la frontera lo lleva la policía del Estado miembro de la Unión Europea, Italia o Francia en esos casos, con lo que aquí debería ser igual. Si no se arregla ese punto, que lo veo imposible, no se podrá llegar a un acuerdo nunca”.

“Sin embargo siguen hablando”, interpela el presidente de la Mancomunidad, Juan Lozano, “yo quiero mantenerme optimista, porque aunque las sensaciones cada vez sean peores, lo cierto es que sería muy perjudicial para las dos partes de la frontera que no existiera un acuerdo. Eso afectaría a La Línea y al resto de la comarca, pero también a la propia Gibraltar”.

“Es muy difícil”, añade Juan Carmona, “incluso aunque haya voluntad de acuerdo entre los representantes políticos, después los compromisos iniciales hay que ponerlos negro sobre blanco y ahí entran ya los aparatos de cada parte, que son funcionarios por encima de cualquier tipo de ideología”.

“Hay otros temas espinosos como el búnkering y la diferente fiscalidad entre España y Gibraltar. Son difíciles, pero al ser cuestiones económicas quizá podría alcanzarse un acuerdo”, explica Juan Franco, “pero insisto en que cualquier tema que Gibraltar vea como un ataque directo a su soberanía va a hacerlo imposible, por mucho que la falta de un acuerdo tras el Brexit tenga consecuencias negativas para ellos, que también las tendrán”.

Precisamente por las repercusiones negativas para Gibraltar al convertirse en una frontera exterior a Europa, otros miembros de la mesa como Francisco Arroyal, y Juan Lozano esperan que, al final, impere el sentido práctico por encima de cuestiones de soberanía que, como tales, no están puestas en la mesa de negociación.

Lorenzo Pérez Periáñez, por su parte, expresa la necesidad de que haya un marco jurídico seguro para favorecer la inversión. “Es necesario que los empresarios sepan a que atenerse y puedan invertir con confianza, así nos lo afirmaron en una reunión con miembros de la Cámara de Comercio de Gibraltar, que quieren invertir en este lado, pero cuando sepan qué reglas de juego se establecen”.

En este sentido, el alcalde Juan Franco le recuerda que el proyecto de la Marina de La Línea “es con capital gibraltareño, al igual que, como me dijo recientemente mi compañero el alcalde de Los Barrios, en su pueblo están creciendo también los proyectos con inversión de Gibraltar. Al final, quien quiere invertir, invierte. Ésta no es la España de hace 50 o 60 años que podía generar desconfianza. Somos un Estado consolidado, miembro de la Unión Europea y con todas las garantías de confianza para el inversor”.

Sí coinciden todos nuestros invitados en la preocupación por la futura situación de los 9.000 trabajadores españoles transfronterizos. “Es evidente que Gibraltar es la principal fuente de trabajo de La Línea, y lo será mientras no llegue esa ‘zona de prosperidad compartida’ que nos han prometido tantas veces pero que ni el ministro fue capaz de explicarme. Me preocupa que en una ciudad con una tasa de paro del 32%, nos veamos con miles de parados más de un día para otro por este tema”, señala Juan Franco.

“Pero también sería un grave problema para Gibraltar”, apunta Juan Carmona, que vivió el cierre de la verja y su posterior apertura. “Hace 50 años Gibraltar perdió trabajadores españoles que en su mayoría no eran del alta cualificación y se les podía reemplazar fácilmente. Pero hoy en día un importante porcentaje de su personal sanitario es español, también hay técnicos informáticos, especialistas de banca, etc… trabajadores muy cualificados cuya pérdida supondría un importante problema para Gibraltar. Por eso también quiero ser optimista, como dijo antes Lozano, porque no tener acuerdo sería un escenario tan negativo para todos, que me niego a pensar de que termine ocurriendo”.

“Y a mí me encantaría equivocarme en mi predicción”, apunta Juan Lozano, ya que independientemente de las diferentes opiniones, todos nuestros invitados manifiestan durante el intenso coloquio que desean el mejor final para este momento vital para el futuro de la comarca y Gibraltar por el bien de todos los que vivimos en la zona.