Una sociedad en constante cambio se enfrenta a un futuro en manos de generaciones que no siempre tiene las ideas claras o no dispone de las herramientas que garanticen un futuro a pleno rendimiento
Por Reyes Seijas · Fotos SGplus
Aunque hayamos replanteado prioridades, aunque modifiquemos hábitos y aunque el modo y la metodología en muchos sectores se hayan visto alterados en los últimos tiempos; hay algo que no cambia, que es la necesidad de hacerse cargo del mundo en que vivimos y de la sociedad que lo habita. Desde que nacemos estamos predestinados a ocupar nuestra parcela, para que de un modo u otro la cadena generacional se vaya pasando el testigo. Pero, ¿en qué presente nos desenvolvemos y a qué futuro se enfrentan los jóvenes que mañana tendrán que hacerse cargo de dar continuidad a todos los niveles?
El debate podría dar para varios Encuentros en d´Alicia, pero por el momento lo hemos querido focalizar en esa realidad que acecha y, aunque no a todos, a muchos preocupa por esa “fuga de cerebros” que registra nuestro país por la escasez de oportunidades para desarrollar una productiva y enriquecedora carrera profesional especializada. Por ello en esta ocasión la cita para debatir era más diversa que otras veces. Era necesario escuchar las realidades, las inquietudes y las ambiciones de distintas generaciones y desde ámbitos distintos.
SGplus congregaba en su espacio habitual al empresario Francisco Calle (Luxury Gardens), a Marta Pérez, estudiante de Ingeniería Mecánica en San Diego (California); a Unai de Francisco, que estudió Ingeniería Mecánica en Bristol (Inglaterra) y está terminando el doctorado; a Carmelo Sánchez, docente y Director de Tecnología en el Colegio Internacional de Sotogrande; y al benjamín del grupo, Alejandro Calle, estudiante del mencionado colegio.
La idea era plantear realidades y aprender de los distintos puntos de vista, para que al final cada cual saque sus propias conclusiones y sirva de altavoz para incidir en cambiar aquello que nos pueda beneficiar a todos como sociedad.
Búsqueda de oportunidades
Tanto Marta como Unai pusieron sobre la mesa las sensaciones de su propia experiencia al haber tenido la oportunidad de salir al extranjero a seguir sus estudios. Lo que les ha permitido vivir una realidad y un planteamiento distinto y establecer comparativas con España. “Tuve la opción de irme y lo hice. En Estados Unidos te dan todas las facilidades y si te sabes vender, justificar lo que quieres hacer y por qué, todo allí es posible, no hay un límite. A mí me encantaría venir a trabajar aquí, pero ahora mismo no lo veo como una opción”, explicaba Marta. Mientras Unai se lamentaba de las altas cifras de paro juvenil existentes aquí, por lo que decía, “tenemos que intentar incentivar a la gente a moverse”. Por su preparación y aptitudes tiene claro que probablemente optará “por lugares donde tenga menos problemas burocráticos y de financiación para ciertos proyectos”. Está seguro de que eso en el extranjero lo va a tener pero le gustaría trabajar aquí, aunque piensa que “al final igual con suerte encuentras algo”.
En este sentido, Carmelo aportó su visión como profesor experimentado y vocacional, “si realmente tienes un objetivo, que es trabajar en lo que te gusta y en tu zona, al final es proponérselo y podrá costar más o menos, tendrás más o menos recursos pero al final cada uno en la vida debe tomar sus propias decisiones y elegir”.
Por su parte, Francisco se manifestó al respecto diciendo que “es una pena que gente brillante se tenga que ir fuera”. Reconoce que aunque “en España se vive muy bien, no se fomenta el desarrollo de verdad entre la gente joven y eso es un gran problema”. Y a la hora de buscar responsabilidades decía, “eso es culpa de todos y los empresarios tenemos un gran deber en eso”.
Necesidades y propuestas
El debate se desarrolló con una libertad y espontaneidad que permitieron extender planteamientos existentes y necesarios. Se habló de la importancia de la motivación, la orientación y la conexión con la realidad para un estudiante, que se enfrentará próximamente al futuro. Y sobre todo, de la importancia de orientar y dar herramientas útiles a estas generaciones que se ven en la necesidad de tomar decisiones que marcarán su desarrollo profesional. “El profesor no es solo la fuente de conocimiento, sino una persona que acompaña, que guía y que intenta transmitir la pasión a sus alumnos”, apuntaba Carmelo. “Pero si lo que decides está conectado con las emociones y con el área que a ti realmente te apasiona, al final vas a tener éxito”.
Y si bien la responsabilidad de un docente probablemente esté más presente en la primera etapa de la vida de cualquier persona, la del empresario viene inmediatamente después. Por ello, Francisco aprovechó para hacer una crítica a su propio sector al decir que “el tejido empresarial debería trabajar más a la americana con ese mecenazgo y patrocinio. Y proponía “trabajar con colegios privados y públicos, y buscar esa gente brillante. Hay que encontrar ese punto de unión entre los centros de educación y los empresarios, para buscar un sistema privado de mecenazgo, porque el Gobierno no te lo va a dar y la culpa es de todos”. Mientras que desde el punto de vista educativo, Carmelo habló de la importancia de llevar a cabo proyectos para que los alumnos se involucren en cuestiones como el esponsorizaje, “es importante, al margen de lo que desarrolles en la vida, que sepas comunicar lo que haces o lo que quieres hacer”.
Ya sea o no con orientación, apoyo empresarial o facilidades burocráticas, lo cierto es que el futuro va a pasar por las manos de los que hoy son jóvenes. De generaciones como las de Alejandro, que han nacido y están creciendo con un concepto de acceso a la información totalmente nuevo y en cantidades masivas, pero que necesitan aprender a filtrar y utilizar en su beneficio.
Tanto jóvenes como mayores tenemos que saber adaptarnos a los cambios que la evolución va planteando y en cada uno está reaccionar o quedarse atrás. Y para que esto suceda a nuestro favor Francisco planteó otro concepto esencial, la actitud. “Eso hay que sacarlo de dentro, no te la pueden implantar. Tenéis una gran cantidad de posibilidades y podéis hacer cosas increíbles. No tenéis tiempo para permitiros ser negativos”. Propuesta a la que Carmelo añadía la necesidad de tener presente el “componente social, porque nos conecta con el mundo real, independientemente de lo académico”.
En este punto del debate, Marta quiso añadir la importancia de “no tener miedo a equivocarse y asumirlo. Eso no te puede parar, porque cuando te equivoques vas a aprender”. Argumento con el que Unai estaba al cien por cien de acuerdo y añadió que “es la única forma de lograr algo”.
La importancia del aprendizaje tomó el protagonismo en el último tramo de este encuentro, donde Francisco aseguró sentirse como un niño que cada día aprende algo nuevo. “Me gusta seguir lo que viene”.
Para terminar este intercambio de ideas, Unai quiso dejar patente la necesidad de “dedicar un poco de tiempo, dinero y esfuerzo a motivar a los niños, que si están en un sistema educativo que a lo mejor no les ayuda a ser emprendedores y buscarse la vida, al menos que tengan más posibilidades de poder encontrar lo que les gusta”. Mientras que Marta recordaba la importancia de tener presente que “hay muchas maneras de hacer una misma cosa” y que las oportunidades cuando se presenten hay que cogerlas porque “pasan una vez en la vida”.