Disponer de un centro cultural e incorporar a nuevas generaciones para incrementar sus actividades y garantizar su continuidad son los retos que se marca su impulsor, Adrian Van Loon

POR SORAYA FERNÁNDEZ

La cultura es un elemento indiscutible de cohesión social que además aporta diversidad y riqueza a su entorno. Eso fue lo que pensó Adrian Van Loon, presidente de la Asociación Cultural Sotogrande, cuando se propuso dotar a este lugar de actividades culturales.

El empeño y el amor por la cultura de este holandés afincado en Sotogrande desde la década de los ochenta, posibilitaron que en los inicios de 2002 se constituyera formalmente la Asociación Cultural Sotogrande, una organización que ha posibilitado que sus residentes y los vecinos de su entorno hayan disfrutado durante estos 18 años de numerosas y variadas actividades que sumar a los atractivos que tiene la zona.

Promover y difundir el arte en sus diversas formas de expresión han sido desde entonces los objetivos de esta asociación, que ha organizado incontables exposiciones de artes plásticas, fotografía, conferencias, conciertos y actividades musicales, así como talleres y cursos.

La asociación cumple este año su mayoría de edad, 18 años, y toca hacer balance. Es la mejor manera de conocer en qué situación se encuentra y cuáles son los retos a afrontar. “Hemos organizado muchos conciertos de música clásica, incluso tuvimos una escuela de piano dado el interés que despertó en los más pequeños, pero también actos de flamenco, exposiciones de pintura, fotografía, escultura, danza o un festival de blues”, explica su presidente.

Eso sí, reconoce que la crisis económica y financiera que comenzó en 2008 supuso un varapalo y un considerable freno para la asociación: “Pasamos del todo a la nada, pero no tiré la toalla. No estaba dispuesto a renunciar a la cultura y a la energía positiva que posibilita, además de la integración entre quienes viven en Sotogrande y su entorno. No puedo vivir sin cultura”.

Sin embargo, este holandés, un enamorado de Sotogrande y de su entorno, reconoce que aunque está satisfecho con el trabajo realizado por la asociación y todas las actividades organizadas durante todos estos años, sigue teniendo una asignatura pendiente: que Sotogrande disponga de un centro cultural para poder así potenciar su actividad cultural.

Y es que, hasta ahora, la asociación se nutre de las cesiones de espacios expositivos y de actos en hoteles de Sotogrande así como en la iglesia o en el Colegio Internacional de Sotogrande, pero no contar con un centro cultural limita, y mucho, las posibilidades de incrementar de manera exponencial el número y la variedad de actividades.

“No pararé hasta lograrlo”

“Sotogrande tiene muchas y maravillosas cosas pero necesita un gran centro cultural. Me lo han prometido durante toda mi vida y como no lo consiga, amenazo con volver como un fantasma. No voy a parar hasta lograrlo. La cultura cambia el mundo”, indica.

Además, considera que es hora de regenerar la asociación, por lo que llama a nuevas generaciones a que se sumen a la misma, lo que reportará savia nueva, más ideas y sobre todo, garantía de continuidad. “Empezamos con socios importantes y creciendo pero mantenerlos fijos es complicado. Estamos muy abiertos por tanto a ayuda y a nuevas incorporaciones. Espero que cuando cumplamos 20 años contemos con un grupo de jóvenes e incrementemos los patrocinadores para continuar organizando más actividades. La tercera generación de Sotogrande tiene un papel muy importante que desempeñar”.

La asociación cuenta desde sus inicios con el apoyo de Parques Sotogrande, la entidad urbanística de conservación, Puerto Sotogrande, así como con la colaboración del Ayuntamiento de San Roque, hoteles de la zona como el Hotel Encinar, y el patrocinio de una prestigiosa firma de abogados, Hassans

Ya se trabaja en la organización de un festival de danza para el verano, conciertos de jazz, de música de cámara o flamenco, además de otras citas culturales. “Tenemos una lista de deseos enorme, todo ello combinado con exposiciones de arte”, añade Van Loon.