La práctica de los deportes acuáticos, una de las ofertas de ocio más importantes de Sotogrande, renueva cada año las opciones y reactiva el engranaje empresarial y profesional de la urbanización
Por Reyes Seijas
Sotogrande y su entorno más cercano es durante todo el año el lugar idóneo para la práctica de deportes cuyo escenario es la naturaleza. Un privilegio posible gracias a la situación geográfica y a las condiciones meteorológicas que se dan en este entorno, extensibles a todo el Campo de Gibraltar.
En verano las opciones se multiplican con la amplia variedad de deportes náuticos que ofrece la urbanización, a disposición de pequeños y mayores, de principiantes y de profesionales.
En esta época del año, los deportes acuáticos constituyen una de las ofertas de ocio más importantes de Sotogrande. Así a la práctica más veterana, la vela, se han ido sumando con el paso de los años otras modalidades como el catamarán, el paddle surf, el windsurf, el kitesurf, los kayaks, el piragüismo, el submarinismo o la pesca deportiva.
Para que ello sea posible y tanto residentes como visitantes del entorno o turistas puedan dar rienda suelta a sus habilidades en el mar, infraestructura, engranaje profesional y condiciones naturales se alían en un trinomio perfecto.
La veda se abre especialmente en verano, cuando el buen tiempo acompaña para activar el cuerpo y la mente mirando al mar. Sotogrande se llena del turismo estacional preparado para disfrutar al cien por cien de las amplias posibilidades que oferta el entorno. El estilo de vida familiar ligado al deporte cobra aún mayor fuerza.
El Puerto Deportivo de Sotogrande, el Real Club Marítimo, la Escuela de Vela y la Escuela de Vela Adaptada son la base para que el destino más exclusivo de Europa disponga de la infraestructura que requieren estos deportes. Además, su ubicación inmersa en la desembocadura del río Guadiaro y los 11 kilómetros de costa desde Alcaidesa hasta Cala Sardina, ponen a este espacio de la costa sanroqueña a punto para la actividad deportiva sobre el agua.
Mayores y pequeños tienen acceso a formación, campamento de verano, compra y alquiler de material. O simplemente, a la práctica de cualquiera de las modalidades náuticas en la playa, en el río e incluso en la laguna deportiva de La Reserva que, con 17.000 m2, permite adiestrarse en modalidades como el kayak, el paddle surf o el windsurf. El encuentro de jóvenes cada verano en la playa de los Catamaranes es ya un clásico. El paddle surf, una de las variedades más de moda, copan todo el litoral sanroqueño. Y el río Guadiaro sigue actuando de anfitrión para los habituales del kayak.
Cada vez son más los grupos de aficionados o escuelas del resto la comarca que, cuando las condiciones meteorológicas se tornan algo más adversas, se trasladan hasta las playas de Sotogrande para desarrollar su plan de actividad. Como es caso de la playa de Torreguadiaro que, pegada al Puerto Deportivo, registra días de auténtica acción sobre el agua, protagonizada por los amantes del surf, el windsurf y el kitesurf.
Competiciones de ámbito nacional e internacional se celebran en aguas de Sotogrande, lo que evidencia el referente que supone el entorno en estas modalidades deportivas. Este año y a pesar de las especiales condiciones debido al covid-19, el Real Club Marítimo de Sotogrande celebra la XXI Copa Sotogrande, del 14 al 16 de agosto; la Liga de verano de Catamaranes, que se desarrolla también en agosto; el Campeonato Provincial de Optimist, el 5 y 6 de septiembre; la II Regata Estrecho A3, el 12 de septiembre; y la X Regata Interclubes del Estrecho, el 19 de septiembre.
La infraestructura y los profesionales de Sotogrande respaldan el gusto de adentrarse y evolucionar en el mundo de los deportes de agua. Mientras, la naturaleza hace sus delicias. La cercanía al Estrecho de Gibraltar, que supone una barrera natural entre el continente europeo y africano y entre dos mares, hacen que las condiciones meteorológicas de la zona sean especialmente particulares. Las corrientes marinas, los vientos de levante y poniente, la niebla o el habitual tráfico marítimo, propician que la navegación suponga toda una experiencia.