Los jóvenes aprendices son hoy los protagonistas, futuras promesas y especialistas del sector que se forjan en nuestros clubes respaldados por una arraigada afición, profesores vocacionales y las mejores infraestructuras

Por Reyes Seijas · Fotos SGplus

El acercamiento al golf a edades tempranas puede responder a diferentes factores, procedentes de la motivación que genera la afición familiar o por la simple curiosidad que supone aprender una disciplina deportiva que tantas figuras respetadas y aclamadas ha dado a lo largo del tiempo a nivel mundial. Sotogrande es de esos lugares privilegiados donde convergen factores idóneos proclives a generar esa afición precoz, con clubes que ponen a disposición de los alumnos diferentes opciones, adaptadas a sus objetivos, necesidades y posibilidades. Orografía, clima e infraestructuras se dan la mano para facilitar el funcionamiento de un importante motor turístico en torno a este sector y, al mismo tiempo, generar afición entre la población. 

En esta ocasión hemos querido centrar el protagonismo en esos jóvenes golfistas que un día se acercaron a este apasionante deporte y año tras año van adquiriendo más competencias de la mano de sus profesores y amantes del golf. Esa cantera de la que han salido y siguen saliendo grandes jugadores y futuras promesas. Y para saber un poco más sobre su día a día y las prioridades que rodean su aprendizaje y sus progresos, en esta edición de Encuentros en d´Alicia hemos tenido la oportunidad de contar con una representación de profesionales vocacionales que llevan años vinculados al golf en nuestra zona: Irene Lara (Escuela Municipal de Golf La Cañada), José Antonio Fernández (Coach Deportivo Escuela Municipal de Golf La Cañada), Juan Manuel Fuentes (Academia Alcaidesa Golf) y Michaela Buch (Jason Floyd Academy). 

Edad recomendada para iniciarse

¿Es mejor acercarse a esta disciplina cuanto antes o es preferible esperar algunos años a contar con un desarrollo físico y cognitivo más avanzado? Pues parece ser que todo va a depender de cada niño, de sus habilidades innatas y del proceso de desarrollo individualizado de cada uno. Por ello, aunque tanto en las academias como en la escuela municipal pueden empezar desde los 6 años, los docentes no solo tienen en cuenta la edad de cada alumno, sino sus destrezas y el ritmo de la evolución que detectan en cada uno de ellos. “Es clave que los grupos de edades tempranas se organicen lo mejor posible en función del desarrollo individual de cada niño, porque ahí pueden entrar en juego las frustraciones”, apuntaba al respecto Juan Manuel. Irene Lara coincidía en que debe ser un “proceso personalizado” sujeto a “una valoración para ver qué conocimientos y capacidades tiene y a partir de ahí buscarle un grupo”. Porque según su experiencia, “la idea es ir a más con ellos, sin forzarles pero intentando que no se aburran”. 

La directora de la Escuela Municipal añadía como condicionante, la dificultad para mantener la concentración a edades muy tempranas, “por eso empezamos cuando cumplen los 6 años”, decía.  Por su parte, José Antonio resaltaba la labor del profesorado, al afirmar que ellos “saben qué les tienen que dar a cada uno, qué les pueden exigir, qué niveles de concentración… Consiste en ir jugando con su madurez”. 

Preparación holística

La formación dentro del golf requiere no solo de preparación técnica, sino también del trabajo mental y psicosocial. Es a lo que Michaela hacía referencia cuando explicaba la forma de trabajar en Jason Floyd tanto en el programa educativo con el Colegio Internacional de Sotogrande, como en su colaboración con San Roque Club. 

En este punto de la conversación entre los invitados cobró especial atención la importancia tanto de introducir más actividades y juegos especialmente para los más pequeños, como la práctica habitual de otros deportes a fin de crear, como decía Michaela, “un atleta”.  Planteamiento que corroboraba el representante de Alcaidesa: “se debería explicar muy bien a los padres la idea del multideporte, que es lo que se trabaja en las escuelas junior de Estados Unidos desde hace muchos años. Verlo como un crecimiento de su hijo a largo plazo”. Es lo que según explicaba se denomina “ventanas de oportunidad, donde los niños aprenden la coordinación, el balance, la potencia en ciertas edades…”. 

Por otro lado, la atención al trabajo mental de los jugadores y alumnos es en la actualidad parte fundamental, sobre todo cuando van  evolucionando y se introducen en la competición. De ahí que, por ejemplo, La Cañada cuente en su programa educativo con el trabajo de José Antonio, que manifestaba: “cuando empiezas en el golf es solo técnica y cuando ya sabes mucho es cuando te tienes que preocupar del tema mental. Pero la técnica la tienes que seguir desarrollando, seguir creciendo, saber competir, moverte por el campo y saber gestionar las emociones”. 

Al autoconocimiento y autocontrol del que hablaba el coach deportivo de La Cañada, se unen además otros beneficios que quiso sacar a la luz en la charla: “el golf es un deporte que te enseña unos valores que no aprendes en otros deportes, ayuda a los niños a que se desarrollen en un entorno de valores excelente. Porque al final todas las cosas que aprendes son del golf para la vida y de la vida para el golf”. 

Dedicación y colaboración

Como con cualquier otro aprendizaje, los avances se van viendo en función de la constancia, el esfuerzo y la dedicación. Independientemente del tiempo que cada centro tiene estipulado en su organigrama educativo, en la charla compartida por los asistentes salieron a la luz dos premisas fundamentales: la implicación de los padres y la dedicación extra de los alumnos. Coincidiendo con la opinión de Michaela, Irene explicaba: “vamos guiando a los padres sobre lo que tienen que hacer y siempre les decimos que se deben involucrar, sobre todo con los más pequeños a la hora de despegar y sacarlos al campo”. 

El ambiente deportivo entre los más jóvenes es algo que se palpa en los clubes de Sotogrande.  Las academias y la Escuela Municipal mantienen óptimas relaciones para que sus alumnos no solo puedan jugar en distintos campos sino que formen parte de las competiciones que a menudo se celebran. 

Una afición que forja su futuro 

Aquellos que hoy charlan con nosotros y a diario vuelcan su labor profesional en dar continuidad a la formación de la cantera, han contemplado cómo con el paso de los años la afición infantil y juvenil en Sotogrande han aumentado notablemente gracias en gran medida, como opinaba Irene, a la diversificación de la oferta, las oportunidades y las ayudas. 

Y probablemente el futuro del golf estará protagonizado por jugadores como Ana Sarria, a la que José Antonio hacía alusión. La emoción salía a la luz en la mañana de Encuentros al revivir casos como el de la joven, que empezó en La Cañada y con tan solo 12 años su mayor ilusión ya era ir a Estados Unidos a jugar al golf en la universidad. Después de años de trabajo en lo físico, técnico y mental, hoy es ya una meta alcanzada.  “Después de los 18, cuando salen, los sigues acompañando, porque el vínculo sigue y es muy reconfortante”. 

José Antonio Fernández
(Coach Deportivo Escuela Municipal
de Golf La Cañada)

Irene Lara
(Escuela Municipal de
Golf La Cañada)

Juan Manuel Fuentes
(Academia Alcaidesa Golf)

Michaela Buch
(Jason Floyd Academy)