POR SORAYA FERNÁNDEZ · FOTOS DORO Jr.
Hablar de La Cantina de Sotogrande supone hablar de los orígenes de esta mítica urbanización. Este establecimiento con solera es ya un referente en la zona y congrega a diario a decenas e comensales que disfrutan de comida casera a precios razonables.
Francisco José Ardanaz es el propietario de la Cantina de Sotogrande, que fue construida detrás del histórico Cortijo Paniagua. Su familia lleva 43 años regentando este establecimiento, que puede tener ya más de medio siglo de vida.
Por su comedor han pasado y siguen pasando centenares de comensales, la mayoría trabajadores y funcionarios de Sotogrande y su entorno. La Cantina ha resistido por tanto a modas, tendencias y crisis gracias a una cocina tradicional y un servicio cercano a precios económicos. El edificio conserva la estructura original, por lo que también tiene su encanto.
Abierta de lunes a viernes, La Cantina ofrece desayunos y almuerzos con menús diarios. La sencillez de sus platos ha encandilado y sigue encandilando a algún otro famoso. De la época más antigua, su propietario recuerda, por ejemplo, a Massiel, pero han sido muchos más los que degustado y siguen haciéndolo de su cocina casera y tradicional. “Siguen viniendo algunos”, confiesa el propietario sin querer dar más pistas.
