El algecireño Juan Antonio Almanado tiene ya dos poemarios en el mercado, mientras prepara un tercero y una novela histórica. Su irrupción en la literatura ha sido intensa y sus inquietudes creativas prometen nuevos títulos
Por Reyes Seijas
Ante la imposibilidad de tener un esquema certero de cómo va a ser la vida, la mayor parte de los seres humanos se guían por la evidencia que arrojan los acontecimientos, la capacidad para experimentarlos y las habilidades que en el camino ayudan a crecer. Una de esas grandes habilidades, siempre presente aunque no protagonista en la vida de Juan Antonio Almanado, ha sido la escritura. Una pasión que desde hace aproximadamente año y medio ha cobrado tal importancia que ya tiene dos libros de poemas en el mercado, el primero también traducido al inglés y prepara un tercero para final de año. Paralelamente continúa escribiendo la novela histórica que le hizo iniciarse formalmente en este sector.
La irrupción en el mundo de las letras de este escritor afincado en Manilva ha sido, cuanto menos, intensa. A Juan Antonio el confinamiento le sorprendió inmerso en el trabajo de una minuciosa investigación y desarrollo de su novela histórica, contextualizada en la II Guerra Mundial. Según el autor, la obra está a un tercio aproximadamente, incluirá abundante relato histórico y permitirá a los lectores descubrir detalles que no se cuentan habitualmente y desconoce la gran mayoría. Y todo ello contado bajo una narrativa que da licencias a la poesía.
De la mente y la actitud de un autor con afán de exteriorizar sentimientos y empatizar con las inquietudes de la humanidad surge, como le sucedió a Almanado, la necesidad de hacer algo diferente en tiempos difíciles. Y Poesía para la humanidad, su primer poemario, nace fruto de la mayor crisis sanitaria mundial hasta ahora vivida. “Con el confinamiento me encontraba un poco mal, tuve que parar la novela. Se me ocurrió hacer un libro de poesía relativo a todas las personas y sectores que estaban involucrados de lleno en la pandemia”, nos contaba el autor. Él habla de ver y contar las cosas tal y como son, con una poesía directa y sin tapujos que igualmente invita a reflexionar. Porque al fin y al cabo, como él dice, “cuando pase todo y sin olvidar todo lo que hemos perdido, creo que la gente va a ser capaz de valorar lo que realmente importa y no lo superfluo que siempre hemos tenido en cuenta”.
Septiembre llegaba para Juan Antonio cargado de actividad. La versión en inglés de su primera obra y la publicación de su segunda, El último suspiro del planeta. Una oda a la naturaleza, un canto a los elementos naturales y una llamada de atención a la humanidad, apelando a los sentimientos para que tomemos conciencia real de nuestra responsabilidad en la conservación del planeta y en la toma de decisiones activas.
En paralelo a la novela, Almanado sigue dando continuidad a un flujo incesante de versos que arrancan desde el interior dando vida y nombre a su tercer libro, Aliados de tu conciencia, que previsiblemente estará en el mercado a finales de año. El escritor nos hablaba entusiasmado del proceso creativo de esta tercera obra en la que recurre con maestría a la personificación de cada sentimiento que describe, como el amor, el odio, el rencor, la verdad o la felicidad, entre otros.
La trayectoria de Juan Antonio permite reconocer las amplias capacidades artísticas de este auxiliar de veterinaria que también estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Algeciras. Y aunque su vida profesional haya ido por otros derroteros, sus inquietudes creativas le han llevado a pintar e incluso a fabricar objetos artesanales que hace años vendía en el antiguo mercadillo de Sotogrande. Pero hoy esa creatividad la tiene enfocada en la escritura. “A mí lo que me gusta es expresar mis sentimientos y a la vez que provoque algo en quien lo esté leyendo, que se sienta identificado y cercano a mi poesía”, explicaba Almanado. Un propósito que, reconoce, destapa esa vulnerabilidad que siente el escritor que habla de sentimientos, llevándole a poner en juego su habilidad y maestría para preservar su intimidad.