Aún en fase de redacción del proyecto, esta futura presa de 80 hectómetros cúbicos y 240 millones de euros de coste garantizaría el abastecimiento de agua para la población, el sector industrial y los agricultores de la comarca

Tras varias décadas de espera, la presa del Gibralmedina está en proceso de convertirse en una realidad imprescindible para en el Campo de Gibraltar en un futuro cada vez más cercano. Proyectada en el término municipal de Jimena de la Frontera, cerca de San Pablo de Buceite, esta instalación hídrica está señalada por diferentes expertos y representantes públicos como la obra clave para garantizar  el suministro de agua en toda la comarca incluso en situaciones de extrema sequía como la que estamos sufriendo en la actualidad.

A pesar de su asegurada importancia estratégica, el camino hacia la construcción de la presa del Gibralmedina está siendo largo y muy complejo. Actualmente el proyecto aún se encuentra en fase de redacción, e incluso agilizando los plazos necesarios, no podría estar en funcionamiento antes de la próxima década. La extensa tramitación necesaria y la propia construcción de una gran infraestructura de este tipo suele superar los diez años.

La primera propuesta concebida y consensuada por los agentes sociales e instituciones del Campo de Gibraltar y la Junta de Andalucía sobre la presa del Gibralmedina data de hace unas tres décadas. No obstante, el proceso para llevarla a cabo no comenzó verdaderamente hasta 2007, cuando se iniciaron las primeras gestiones como su estudio de viabilidad, que confirmó la posibilidad técnica y la estimación económica del proyecto.

De hecho, en 2009 la Agencia Andaluza del Agua anunció que ya contaba con un anteproyecto, confirmando su ubicación en este afluente del río Guadiaro y estimaciones tan esperanzadoras como que, con sus 80 hectómetros cúbicos de capacidad proyectada, la presa de Gibralmedina garantizará toda la demanda hídrica del Campo de Gibraltar e incluso podría reforzar el abastecimiento a la Costa del Sol occidental.

Sin embargo, la abundancia de agua en aquellos años sin sequía, y el alto coste del proyecto, de unos 240 millones de euros, hizo que no contase como una prioridad en los presupuestos de Andalucía y España de entonces. Y es que la colaboración entre ambas administraciones es imprescindible, ya que la Junta es la responsable del estudio y la licitación del proyecto y el Estado el que debe financiar su construcción.

En su totalidad, el proyecto se compone de tres grandes elementos: la obra de captación y la presa, con un coste conjunto de 155 millones, y dos conducciones principales. Una hasta el embalse del Guadarranque y otra que suministrará la zona regable próxima, con un coste de 39,2 y 35,8 millones, respectivamente, además de otros 6 más para las minicentrales de turbinado.

Ya en 2019, con la sequía comenzando a azotar las cuencas hidrológicas del Campo de Gibraltar y la Costa del Sol en Andalucía, se retomó otro paso necesario en la tramitación, la licitación de la asistencia técnica para la redacción del proyecto, adjudicado a finales de 2020 por casi 2’3 millones de euros.

Y en 2024, ante una escasez de agua que ha obligado a la adopción de diferentes medidas por parte de Arcgisa, la empresa responsable del abastecimiento en la comarca, diferentes entidades como la propia empresa mancomunada, alcaldes de la zona y la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) han insistido tanto al Gobierno andaluz como al Estatal en la necesidad de contar lo antes posible con esta gran infraestructura. Lógicamente ya no llegará a tiempo de frenar la sequía actual, pero sí debe servir para evitar futuros problemas para una población de unas 300.000 personas, el sector industrial y la agricultura en el Campo de Gibraltar.

Por otro lado, además de esta función principal, la presa también tendrá un impacto positivo en el cauce del Guadiaro, el único río importante de Andalucía que no cuenta con ningunas infraestructuras de regulación. Ya que su presencia ayudará a mantener constante el caudal del río, contribuyendo a la conservación del ecosistema fluvial.

 

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The Gibralmedina dam, a crucial project for the future of the Campo de Gibraltar water supply

The project is still at the drafting stage, but this future dam of 80 cubic hectometres and a cost of 240 million euros would guarantee the water supply needed for the population, the industrial sector and the farmers of the region.

After several decades of waiting, the Gibralmedina dam is in the process of becoming an essential reality for the Campo de Gibraltar in the near future. Planned for the municipality of Jimena de la Frontera, near San Pablo de Buceite, this water facility has been singled out by different experts and public representatives as the key project to guarantee the water supply in the entire region, even in situations of extreme drought such as the one we are currently experiencing.

Despite its assured strategic importance, the journey towards the construction of the Gibralmedina dam is proving to be long and very demanding. At present the project is still in the drafting phase, and even if the necessary deadlines are accelerated, it will not be operational before the next decade. The extensive procedures required and the actual construction of a large infrastructure of this type usually exceed ten years.

The first proposal conceived and agreed upon by the social agents and institutions of Campo de Gibraltar and the Andalusian regional government for the Gibralmedina dam dates back some three decades. However, the process to carry it out did not really begin until 2007, when the first steps were taken, such as its feasibility study, which confirmed the technical possibility and the economic estimation of the project.

In fact, in 2009 the Andalusian Water Agency announced that it already had a preliminary project, confirming its location on this affluent of the Guadiaro river. The estimates were so hopeful that, with its 80 cubic hectometres of projected capacity, the Gibralmedina dam would guarantee the entire water demand of the Campo de Gibraltar and could even reinforce the supply to the western Costa del Sol.

However, the abundance of water in those years when there was no drought, and the high cost of the project, some 240 million euros, meant that it was not considered a priority for the Andalusian and Spanish budgets at the time. The collaboration between the two administrations is essential, as the regional government is responsible for the study and tendering of the project and the State is responsible for financing its construction.

In its entirety, the project is made up of three major elements: the catchment area and the dam, with a combined cost of 155 million euros, and two main pipelines. One to the Guadarranque reservoir and the other to supply the nearby irrigation area, at a cost of 39.2 million and 35.8 million respectively, plus a further 6 million for the mini-turbine plants.

Back in 2019, with the drought starting to hit the hydrological basins of Campo de Gibraltar and the Costa del Sol in Andalusia, another necessary step in the process was taken, the bidding process for the technical assistance for the drafting of the project, awarded at the end of 2020 for almost 2.3 million euros.

But in 2024, faced with a water shortage that has forced Arcgisa, the company responsible for water supply in the region, to adopt different measures, various entities such as the joint venture itself, mayors of the area and the Association of Irrigation Communities of Andalusia (Feragua) have insisted to both the Andalusian and State governments on the need to have this major infrastructure in place as soon as possible. Logically, it will not arrive in time to stop the current drought, but it should serve to avoid future problems for a population of some 300,000 people, the industrial sector and agriculture in the Campo de Gibraltar.

On the other hand, in addition to this main purpose, the dam will also have a positive impact on the course of the Guadiaro River, the only major river in Andalusia that does not have any regulation infrastructures. Its presence will help to keep the flow of the river constant, thus contributing to the conservation of the river ecosystem.