La vicepresidenta de Ayala nos detalla su enorme vinculación y cariño por Sotogrande, donde ha decidido echar raíces y trabajar para continuar el legado de su familia.
Paola Zóbel nos recibe en una zona del bellísimo entorno del Ayala Club, convertido en 2022 en el centro de operaciones del polo en Sotogrande. Precisamente, acaba de regresar para pasar el resto del verano siguiendo a pie de cancha la primera temporada organizada íntegramente por Ayala. “El año pasado fue de transición, ahora con toda la temporada es más complicado, pero me gustan los retos y queríamos ver si podíamos hacerlo bien. El objetivo era volver un poco a la esencia de Sotogrande, lo que viví de pequeña, pero mucho más grande. Antes eran dos canchas en el río y ahora hay canchas por todos lados”, explica Paola.
Hablar con Paola Zobel es hablar evidentemente de Sotogrande y de polo, un deporte muy arraigado en su familia. “Siempre fue parte de mi vida por mi padre, mi abuelo… a mí me encanta el caballo y siempre estuve interesada. Lo que nunca me imaginé es casarme con un polista”, bromea Paola mencionando a su marido, el jugador argentino Santiago Laborde.
“Hay que agradecer a la familia Mora Figueroa su labor de tantos años y ahora nos toca nosotros seguir porque Sotogrande no se puede concebir sin el polo. Yo lo viví y espero que mis hijos puedan vivirlo, como toda la gente que viene a disfrutar de un día de deporte y como evento social”, explica la vicepresidenta de Ayala. “Hasta ahora estoy muy contenta. Tenemos muchos equipos nuevos, mucha gente que quieren volver y otros quieren quedarse todo el año”.
Aunque Paola trabaja directamente con su padre, Ignacio Zóbel, afirma no sentir una presión especial por llevar un apellido tan importante en la historia de Sotogrande. “No, porque hago algo que me gusta y me sale de forma natural, pero siempre hay que hacer las cosas bien porque mi padre es muy duro como jefe. Al principio dudé y pensaba <<en qué me estoy metiendo>> pero conozco cómo trabaja él y la gente del club, sé trabajar en equipo y qué quiere mi padre, y eso ayuda a conseguir los resultados que queremos”.
Dentro de los trabajadores del club “hay varios que me han criado aquí”, reconoce nuestra invitada, “otros me conocieron cuando vine a hacer prácticas tras la universidad o cuando monté el restaurante hace quince años. En aquel tiempo, si me preguntas si iba a terminar en Sotogrande te hubiera respondido que no, pero hay algo de aquí que me atraía como un imán. Tenía que volver y quedarme”.
A todo esto se le añade su faceta de madre, que también empezó en Sotogrande. “Mis dos hijos son andaluces. Tuve el primero a finales de 2018 y el otro justo en la pandemia, que como paralizó todo, lo único positivo fue la posibilidad de estar mucho tiempo con mis hijos”, señala Paola, que remarca su origen español, dentro de una familia con ascendentes de diferentes países europeos y muy vinculada a Filipinas. “Yo personalmente nací y viví allí mis primeros años, por eso siempre decía que soy filipina. Pero analizando mis ancestros compruebas que tengo apenas un 2% filipino, el 40% es vasco por la familia de mi padre (los Urquijo) y el otro 45% es español del resto de la península, además de pequeños porcentajes de origen alemán, francés, irlandés y galés. Ahora digo mucho más que soy española porque mis hijos han nacido aquí. Si me preguntas, mi casa es España”.
Cuando Paola se casó en 2016, la prensa se refirió a ella como la ‘heredera de Sotogrande’, un epíteto que “me molestó un poco al principio, pero al final me da igual. Quien me conoce sabe cómo soy y si me lo dicen porque mi familia fundó Sotogrande y soy la única que se ha casado aquí no me molesta. Y si es porque hago cosas aquí tampoco. Yo sigo luchando por Sotogrande porque es un sitio muy importante para mí”.
“Sotogrande es mi casa, donde soy más feliz. Aquí conocí a mi marido, me casé y tuve mis niños. Es mi hogar y no sólo para mí, mi hijo mayor en cuanto pasamos un tiempo en Inglaterra o en Argentina está deseando volver. De aquí tengo muchísimos recuerdos, como aquellos días eternos con primos y amigos en el club de playa El Cucurucho, que no tienen precio”, explica Paola.
Sobre el futuro, Paola desea que “Sotogrande siga siendo un lugar único pero con más gente y más ambiente durante todo el año, no sólo un destino de verano. Quiero que la gente sienta lo que yo siento por Sotogrande. Conozco muchos que ya viven aquí todo el año y no lo cambian por nada del mundo. Por eso es el lugar que he elegido para construir mi casa, quiero que mis hijos estudien aquí y echen raíces”.
Paola Zóbel en 10 preguntas
- Un color: Azul
- Un animal: El Caballo
- Un libro: Cualquiera de Carlos Ruiz Zafón
- Una película: ‘Hombres de Honor’
- Un hobby: Montar a caballo
- Un sitio para perderse: Las islas de Filipinas
- Algo que nunca falta en tu maleta: El cargador del móvil
- ¿Qué cualidades aprecias más en una persona? La Honestidad
- ¿y qué es aquello que no soportas? La falsedad
- ¿Cómo te describirías en 3 adjetivos? Formal, muy sincera y trabajadora