Ahora que afrontamos la temporada alta de golf, charlamos sobre la histórica importancia de este deporte en la imagen y la actividad de Sotogrande y la evolución actual de esta relación simbiótica

Octubre es el mes del golf por antonomasia en Sotogrande, un enclave conocido en todo el mundo por su relación directa con este deporte. No por casualidad en esta zona se concentran varios de los mejores campos de golf de Europa, lo que genera una afluencia masiva durante el año de turistas nacionales e interrnacionales que, además de disfrutar de lo que ofrece el sur de Andalucía, vienen a jugar en campos del más alto nivel. De esta forma, el propio nombre de Sotogrande también es una reconocida marca de calidad dentro de los destinos turísticos basados en el golf.

Para analizar este binomio indivisible hemos contado con representantes de diferentes clubes como Lidia Muñoz, directora de operaciones de San Roque Club, Óscar Checa director de golf La Reserva y Almenara y, por parte de La Hacienda-La Alcaidesa, contamos con su director, Javier Jiménez-Casquet y con Ana Berbén, su jefa de márketing.

Nuestro primer tema evidentemente es el balance del verano que acaba de terminar para entrar directamente en la temporada alta del golf.

“Para nosotros esta temporada ha sido excepcional porque reabrimos el campo el 15 de julio tras un año cerrado por la reforma y el nivel de ocupación ha sido bastante alto, tanto en verano hasta ahora”, explica Ana Berbén, de La Hacienda. “Vemos que los clientes hacen sus reservas a última hora, pero mantenemos una ocupación muy por encima de lo esperado”.

“No sé si ha sido por la primera impresión del nuevo campo pero nuestro verano ha sido excepcional, como una temporada alta. Ahora mismo la ocupación, como dice Ana es muy buena pero queremos ver cómo evoluciona. Esperemos que no sea un <<efecto champán>> y  tenga continuidad”, afirma su director Javier Jiménez-Casquet.

Desde La Reserva y Almenara, Óscar Checa nos habla de un verano “muy intenso y especialmente bonito. Nosotros somos un club muy familiar, con familias enteras de socios que estaban separadas por el COVID y en este verano hemos visto a mucha gente reunida de nuevo. Para nuestros socios ha sido sin duda el verano del reencuentro”.

“Además hemos tenido muchos visitantes, y ha sido algo inesperado. En septiembre y octubre estamos viendo, como dicen de La Hacienda, muchas reservas de última hora”, añade Óscar. “La pandemia ha cambiado muchas cosas y el cliente está acostumbrándose a viajar por sí mismo. Ya no se sirve tanto de los hoteles y quien viene a jugar al golf busca su propio camino. Primero reservan el vuelo, el campo y ya después dónde quedarse. Lo habitual hasta ahora era el paquete de golf con la reserva en el hotel y el campo, pero en los check in estamos comprobando que el cliente foráneo está optando mucho por otros alojamientos como apartamentos”.

“En San Roque Club estamos viviendo algo muy parecido”, coincide Lidia Muñoz. “Hemos tenido un verano muy bueno no sólo en golf, sino también en restauración y eventos, un departamento que sufrió bastante por la pandemia que ahora se está consolidando”

“Hasta ahora, cuando concluía el verano con el cliente nacional tenías un mes antes de la llegada de los internacionales, pero en esta temporada apenas hemos tenido una semana, han llegado antes y más de forma directa que por touroperadores. Coincido también que el año que viene va a ser bueno a pesar de la recesión. Con el aumento de costes en general de vuelos y reservas sí echaremos en falta al cliente con menos capacidad económica pero, en general, no creo que se vean reducidos los ingresos”, afirma Lidia.

“En España hay una falsa leyenda de que el golf es sólo para gente muy adinerada”, apunta Ana Berbén. “En Europa no es así, en los países nórdicos es un deporte público y bastante barato. Lo que pasa es que cuando llega su invierno están cerrados y por eso vienen de vacaciones aquí. Quien viaja para jugar al golf prioriza el green fee a otras cuestiones como el alojamiento, ya que no pasa tanto tiempo en el hotel. Nosotros tenemos un destino de golf de mucha calidad y por eso nos veremos menos afectados que otras zonas”.

No obstante, Lidia Muñoz apunta que, precisamente por el análisis de Ana, “la recesión sí se notará más en el cliente nacional que en el extranjero”, una reflexión con la que también coincide el director de La Hacienda. “Me da pena especialmente por el golf de la comarca. Del mercado nacional aún quedarán clientes con capacidad económica suficiente para venir a campos de élite como los que tenemos, pero los de la zona se van a resentir. La Cañada ya está al límite de su capacidad y no quedan más campos baratos, con lo que el cliente comarcal y de clase media-baja lo va a tener más difícil, lamentablemente”, reconoce Javier.

“En primavera estuve en un congreso sobre el golf en Francia donde manifesté mi temor a la subida de precios en nuestra zona y compañeros de campos de toda Europa me dijeron que no debía temer nada porque nos ven como <<la Milla de Oro del golf europeo>>. Por eso el turismo internacional no se va a resentir y, como dice Lidia, a pesar de tener menos volumen de clientes mantendremos la facturación. El cliente extranjero seguirá queriendo venir aunque, como decía también Ana, priorizando los gastos de golf sobre otros como el de alojamiento”, explica el director de La Hacienda.

“El reto al que nos enfrentamos es que, esta nueva tendencia a reservar a última hora dificulta las previsiones, y eso nos complica todo a nivel operativo”, coinciden  Ana y Óscar. No obstante, a pesar de estos cambios detectados, la salud del binomio Sotogrande/golf se mantiene en buena forma, tal y como coinciden nuestros invitados.

“Este verano he tenido a clientes sorprendidos por la posibilidad de poder costearse el jugar en varios campos a la vez y de tanto prestigio, con lo que repetirán el año que viene”, señala Lidia. “Sotogrande en sí mismo es una experiencia golfística y todos los clubes de la zona nos esforzamos en que sea así cada día”, añade Óscar.

“Aquí se ha trabajado muy bien el lifestyle que refleja al exterior, con el golf como parte importante pero no única. Todo esto lo convierte en un destino de excelencia con grandes proyectos en marcha como el nuestro, que a su vez atraerán otros más en el futuro”, explica Javier.

“Marbella se ha quedado con una planta hotelera más desfasada y campos obsoletos mientras que a Sotogrande están llegando grandes proyectos. Estoy segura que vamos a ser una marca aún más influyente en España y Europa”, añade su directora de márketing.

“España es el primer destino mundial en turismo de golf, y de cada 10 euros que invierte un turista de golf 7 van para otros sectores. El golf genera mucho más para la economía de la zona de lo que la mayoría se cree, y eso hay que potenciarlo porque es positivo para todos”, añade el director de La Hacienda, reflejando la realidad de un sector que sigue siendo pujante y generador de empleo y riqueza en el Campo de Gibraltar.