El 23 de Abril se celebra el día internacional del libro. Su celebración se remonta a principios del siglo XX. Esta fecha fue elegida por la UNESCO porque coincide con la muerte de escritores eminentes como Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega. Se pretende así rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, al mismo tiempo que alentar a todos, especialmente a la población más joven, a descubrir el placer por la lectura. En España, es en Cataluña donde se celebra por primera vez este día coincidiendo con la festividad de San Jordi. Es tradición regalar una rosa y que las personas queridas se intercambien libros.
La lectura desde edades tempranas tiene grandes beneficios para los niños. Les ayuda a desarrollar su imaginación y creatividad al permitirles transportarse a otros lugares y tiempos, favorece la capacidad de concentración, y ayuda al aprendizaje. Leer libros garantiza la exposición a nuevos vocabularios, y mejora la adquisición de habilidades lingüísticas. Según el centro de investigaciones sociológicas, el 35% de los españoles no lee nada o casi nada. ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar el interés por la lectura?
Tal como decía Aristóteles: Somos lo que hacemos día a día, de modo que la excelencia no es un acto sino un hábito. Así, lo mejor es inculcar el hábito de la lectura pero no de forma impositiva , el obligar al niño a leer cada día durante determinado tiempo solo provocará su rechazo. Es más positivo animar e incentivar la lectura haciendo de este momento algo lúdico, jugar a proponer otros finales, inventar historias, juegos de palabras,..y dejarles elegir los libros de su interés. Si conocemos qué le interesa podemos orientarles mejor en aquellos libros que les generen curiosidad y ganas de investigar y aprender sobre un tema concreto.
Interesarse por sus lecturas , preguntarles por los títulos, personajes,… así como buscar momentos de lectura compartidas . Leer no siempre tiene que ser un acto solitario, ni la lectura siempre tiene que estar enfocada hacia el aprendizaje, la lectura no debe estar asociada a una tarea escolar o ser parte de los deberes, si no que también es una forma de pasar un buen rato con otras personas. Leer debe ser algo placentero.
Llevar la lectura a diferentes espacios tanto de la casa como fuera de ella puede contribuir a esa sensación de diversión y a fomentar la imaginación. Visitas a la biblioteca, sesiones de cuentacuentos…
Como siempre, educar con el ejemplo es muy importante. Los niños nos imitan y emulan a sus referentes. Si nos ven leer, lo harán mucho más que si le decimos y explicamos que tienen que leer porque es bueno para ellos. Contagiar el amor por la lectura animándole a leer para descubrir, y mucho mejor si lo descubrís juntos.