Por OLIMPIA TARDÁ, gerente del internacional montessori school Psicóloga infantil, especialista en coaching familiar

Se acercan las Navidades y aunque este año se presentan diferentes, con ciertas restricciones de aforo y movilidad, los menús navideños,  los regalos, las compras… seguirán siendo la tónica normal de esta  época. El consumo en exceso forma parte de nuestro día a día pero en estas fechas se multiplica,  por eso os invito a reflexionar sobre ello.  Cómo eduques hoy a tus hijos repercutirá en el sistema de valores que ellos desarrollarán, estos valores actuarán de brújula y guiarán sus comportamientos a lo largo de sus vidas. ¿En qué clase de personas queremos que se convierta nuestro hijo? Despilfarrador o moderado, qué acumula cosas o que reutiliza y recicla.

Compra compulsivamente o valora si lo necesita o no

Educar en el consumo responsable se hace hoy realmente difícil.  Los medios de comunicación nos bombardean, especialmente en Navidad con anuncios publicitarios sobre el último modelo de móvil,  la  videoconsola más nueva , el juguete de moda. Ello nos lleva a comprar cosas que en nada quedarán obsoletas porque saldrán al mercado otras mejores en un breve espacio de tiempo, creándose así  un deseo insaciable que tiene algunos riesgos para nuestros niños y adolescentes. Pueden llegar a confundir el tener con el ser, “si tengo este móvil soy de los guays. Si no, seré un pringado”, “si no tengo la videoconsola, nadie va a querer  ser mi amigo”. O también  a confundir el comprar con el querer. “Si mi padre me compra esto, es que me quiere mucho”, “a mi amigo le compran muchas cosas deben quererle mucho”. Y por supuesto crea entre iguales un nivel de competitividad importante ya que lleva a comparaciones. Ante este panorama, ¿qué podemos hacer los padres?

Os comparto algunos tips que os pueden ayudar a hacer que vuestros hijos aprendan a consumir de una manera más consciente:

1. Dar ejemplo: los niños aprenden de lo que hacemos mucho más de lo que decimos, por eso observa tus propios hábitos de consumo  y predica con el ejemplo. 

2. Ayúdale a distinguir la necesidad del capricho. En un entorno en el que se puede tener todo a golpe de un click es muy importante que aprendan a valorar lo qué es realmente necesario y lo que no. No temas decir no o ahora no se puede comprar esto, esperaremos un poco. La paciencia es una cualidad que le ayudará en su vida de adulto. 

3. Enséñale a pensar de manera crítica, a analizar los mensajes publicitarios engañosos que incitan a pensar que ciertos productos son imprescindibles. Ayúdale a conocer cómo el consumo excesivo tiene consecuencias para el medio ambiente. Anímale a elegir, priorizar y no acumular.  Reduce, recicla y reutiliza y ellos lo harán también cuando crezcan. 

4. Regala tiempo a tu hijo, es el mejor regalo que puedes hacerle. Que los momentos de ocio familiar no se centren en ir de compras al centro comercial. Consume momentos de risas y juegos, gasta besos y abrazos. Le estarás enseñando que las cosas importantes de la vida no se compran.

¡Feliz Navidad!