Entrevista  Sara Búho, escritora

La poeta linense empezó en la adolescencia a compartir sus escritos online y hoy, tiene dos poemarios en el mercado, miles de seguidores en las redes y participa en encuentros nacionales e internacionales de poesía

Por Reyes Seijas

¿Podría decirse que escribes por necesidad vital? No concibo mi vida sin escribir, la mayor parte del tiempo es algo muy espontáneo. 

¿Qué te hace reflexionar? Los sentimientos más cotidianos sobre todo. Va por rachas, pero la clave es mantenerse conectada y predispuesta a que el entorno te inspire.

¿Cómo han evolucionado tus poemarios? ¿Ha sido un crecimiento paralelo a lo personal? Creo que sí. No sé si evolucionar es la palabra, pero hay cambio. Cambio en el estilo, en los temas, en la templanza, la perspectiva. Tanto el primero como el último son viscerales, pero de maneras muy distintas; y el segundo es pura transición. 

Tu último libro La inercia del silencio, ¿supone una `terapia´ para entender y cerrar capítulos pasados? Para tomar las riendas hace falta un punto de inflexión y creo que La inercia del silencio ha sido eso. Una compilación de emociones exageradas que necesitaban ser escritas para encontrar la calma.

¿Cuánto hay de tu entorno y de tu ciudad natal en tus poemas? Hay muchísimo. Desde mi manera de sentir hasta la forma en que mi abuelo corta una manzana, pasando por el viento, el olor a mar o las barcas de La Atunara. Todo forma parte de mi imaginario y aunque haya vivido o visitado otras ciudades… sin querer, al escribir vuelvo a todo eso.

Si fue tu abuela la que despertó en ti el gusto por la poesía, ¿de qué manera se alimenta esa pasión en la actualidad? Su recuerdo está presente siempre y actualmente es una pasión que vuela sola. Bebo de poetas que me inspiran, de momentos de introspección, música, pintura, ilustración y mucho amor por el sentir y las palabras.

¿Qué has descubierto desde los quince años cuando empezaste a escribir tus primeros versos? He descubierto muchas cosas, pero igual una de las más importantes sea que no debo vivir atrapada en el papel. Las emociones más intensas, como pudieran llegar a ser la nostalgia o la tristeza, tiendo a canalizarlas a través de los poemas. Eso puede convertirse en un bucle absorbente a nivel emocional.

¿Te planteaste llegar algún día hasta donde estás hoy? La verdad es que no. Escribir era algo que sencillamente me acompañaba, sin querer fue tomando cada vez más importancia en mi vida profesional. 

¿Cuáles son tus referentes y por qué? En la poesía te diría que autoras como Pizarnik o Szymborska por su particular forma de sentir. Y en la vida en general, cualquier persona buena y sencilla puede convertirse en mi referente.

¿Qué papel han jugado y juegan las redes sociales en tu carrera como escritora? Juegan y han jugado un papel importante. El interés de los lectores por los escritos que iba compartiendo en blogs y más tarde en redes me pusieron en el punto de mira como autora a nivel editorial, por ejemplo. 

¿Qué planes tienes para el futuro? Seguir escribiendo, explorar otros géneros y fórmulas para transmitir y seguir contando historias.