Disfrutamos de un café con nuestro colaborador Juan Carmona, abogado, exalcalde de La Línea y experto navegante, mientras repasamos su vida, su trayectoria profesional y política, que incluyó la histórica reapertura de la Verja de Gibraltar en 1982
A pesar de estar recientemente jubilado, Juan Carmona nos recibe en uno de sus hábitats naturales, el despacho en el que este abogado de 73 años ha trabajado durante su última etapa profesional.
Linense de nacimiento y de corazón, la primera sorpresa que depara nuestra charla es que pasó su infancia y juventud lejos de su tierra natal. “Nací en La Línea pero con pocos meses mi familia se trasladó primero a Barcelona y luego a Madrid, y sólo volvíamos de vacaciones. Allí estudié Derecho en la Complutense y tuve mi primera actividad profesional hasta que me ofrecieron un puesto como abogado en las Baleares, y me fui, ya casado (porque me casé muy joven) en 1976, primero a Ibiza y luego a Formentera”
“Allí me afilié al PSOE y de hecho, aun siendo andaluz, representé a Formentera en la constitución de la Federación Socialista Balear”, continúa nuestro protagonista. “Al año siguiente, por circunstancias familiares, decidimos trasladarnos al Campo de Gibraltar y empecé a trabajar como abogado”.
A partir de ahí, Juan nos relata cómo llegó a la alcaldía de la Línea. “Al convocarse las primeras elecciones democráticas en 1979, me eligieron para encabezar la lista municipal del PSOE. La sorpresa fue que ganamos, y con mayoría absoluta. Y de repente me encuentro con 27 años recién cumplidos, alcalde de La Línea y una mujer de Madrid, a la que le chocó mucho la situación de la ciudad”, nos cuenta”. “Y es cierto que La Línea de aquella época, sin Gibraltar, estaba completamente hundida. La mitad de las calles eran de arena y apenas había recursos. Pero asumimos el ayuntamiento y lo fuimos sacando adelante”.
“Conseguí transmitir lo que sufría La Línea por el cierre de La Verja a través del partido hasta Madrid, donde tanto Felipe González como Fernando Morán, diplomático de carrera, fueron muy receptivos”, nos explica Juan. “Y también lo entendió la UCD con Calvo Sotelo como presidente, que terminó accediendo a abrir la Verja el 20 de abril de 1982”.
“Pero días antes estalló la Guerra de las Malvinas, y aunque en un primer momento Calvo Sotelo me dijo que aquello era ‘un problema distinto y distante’, a los dos días me confirmaron que no se abriría. Eso produjo en La Línea tal indignación que hubo una manifestación tan grande como ésta de ahora. Y por eso el ayuntamiento puso el nombre de 20 de Abril a una avenida”, continúa Juan. “Finalmente, con la abrumadora victoria del PSOE en las elecciones de 1982, Felipe y Fernando Morán decidieron que en el primer consejo de ministros del gobierno socialista se abría la verja. Y así fue”.
Al año siguiente, Juan volvería a encabezar la lista municipal del PSOE “aunque ya tenía claro que no quería seguir, pero saqué el récord histórico de concejales con 22. Juan Franco me ha igualado, pero yo saqué más votos que él”, sonríe nuestro invitado, que tras su marcha del ayuntamiento, prolongó su carrera política en diferentes responsabilidades en la Junta, hasta 1989.
De sus años como alcalde, guarda un magnífico recuerdo “del cariño de la gente y el apoyo incondicional de los funcionarios” a pesar de la dureza de aquellos momentos.
Ya de vuelta a su profesión, primero en un despacho en Sevilla y luego de vuelta una vez más a su tierra, su perfecto conocimiento de las administraciones públicas le ayudó a especializarse en otra área, la gestión legal de proyectos de energías renovables, “Prácticamente todo el desarrollo eólico en Tarifa, La Janda y parte de Sevilla ha pasado por mis manos”.
Pero si algo caracteriza a Juan Carmona, aparte de su devoción por sus cuatro hijos y su nieta, es su pasión por el mar. Tanto, que con 18 años “mi padre quiso regalarme un coche y yo le pedí un barco”.
“Por eso, aunque viajo mucho a ver a mis hijos a Sevilla y a Madrid, quiero seguir viviendo en La Línea, donde aprendí a navegar con 12 años”, afirma nuestro invitado, mientras continuamos disfrutando de anécdotas y recuerdos como sus tres travesías por el Atlántico.
Juan Carmona en diez preguntas:
– Un color
Azul marino
– Un animal
El gato
– Una canción
Walk Of Life de Dire Straits (mi hija me la ha puesto en el teléfono)
– Un libro
‘El hombre que amaba a los perros’ de Leonardo Padura
– Una película
‘Sin Perdón’ de Clint Eastwood
– Un hobby
La vela
– Un sitio para perderse
Formentera
– Algo que nunca falta en tu maleta
El cepillo de dientes
– ¿Qué cualidades aprecias más, y qué es aquello que no soportas en una persona?
No soporto la pesadez y aprecio mucho la honestidad.
– ¿Cómo te describirías en 3 adjetivos?
Tranquilo, familiar y cumplidor.
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Juan Carmona: ‘I never plan on retiring from sailing’.
We enjoyed a coffee with our collaborator Juan Carmona, lawyer, ex-mayor of La Línea and expert sailor, as we reviewed his life, his professional and political career, which included the historic reopening of the Gibraltar border gate in 1982.
Despite having recently retired, Juan Carmona welcomes us to one of his natural habitats, the office where the 73-year-old lawyer has worked during his most recent professional career.
A Linense by birth and at heart, the first surprise in our conversation is that he spent his childhood and youth far from his homeland. ‘I was born in La Línea but when I was a few months old my family moved first to Barcelona and then to Madrid, and we only came back for the holidays. There I studied law at the Universidad Complutense and had my first professional job until I was offered a position as a lawyer in the Balearic Islands. I left, already married (because I got married very young) in 1976, first to Ibiza and then to Formentera’.
‘There I joined up with PSOE and in fact, even though I was Andalusian, I represented Formentera in the establishment of the Balearic Socialist Federation’, our protagonist explains. ‘The following year, due to family circumstances, we decided to move to Campo de Gibraltar and I started working as a lawyer’.
From there, Juan tells us how he became mayor of La Línea. ‘When the first democratic elections were called back in 1979, I was chosen to head PSOE’s municipal list. The surprise was that we won, and with an absolute majority. And suddenly I found myself at 27 years of age, mayor of La Línea and married to a woman from Madrid, who was very shocked by the city’s situation’, he tells us. ‘And it is true that La Línea was completely decayed at that time, before Gibraltar. Half the streets were made of sand and there were hardly any resources. However, we took over the town hall and managed to carry it forward’.
‘I managed to convey that La Línea was suffering because of the closure of ‘La Verja’ through the political party all the way to Madrid, where both Felipe González and Fernando Morán, a career diplomat, were very receptive,’ Juan explains. ‘And so was the UCD with Calvo Sotelo as president, who ended up agreeing to open the gate on the 20th of April of 1982’.
‘But days before the Falklands War broke out, and although at first Calvo Sotelo told me that it was ‘a different and distant problem’, two days later they confirmed to me that it would not be allowed to open. That produced such indignation in La Línea that there was a demonstration as big as the one we are currently witnessing. And that’s why the city council named one avenue ’20 de Abril,» Juan continues. ‘Finally, with the overwhelming victory of PSOE in the 1982 elections, Felipe and Fernando Morán decided during the first council of ministers of the socialist government that the fence would, in fact, be opened. And so it was.
The following year, Juan would return to head the municipal list of the PSOE ‘although I had already made it clear that I did not want to continue, I obtained the historical record of number of councilors in the municipality with 22. Juan Franco has equaled me, but I got more votes than him’, our guest smiles. After his departure from the city council, he prolonged his political career in different responsibilities within the Andalusian Regional Government, up until 1989.
He keeps a fond memory of his years as mayor, ‘of the people’s affection and the unconditional support of the civil servants’, in spite of the hardships experienced during those times.
Now coming back to speak about his profession, at first at a Seville office and then returning once again to his native land, his perfect knowledge of public administrations helped him to specialize in yet another area, the legal management of renewable energy projects. ‘Practically all the wind energy development in Tarifa, La Janda and part of Seville has happened by my hand’.
However, if there is one thing that characterizes Juan Carmona, apart from his devotion to his four children and his granddaughter, it is his passion for the sea. So much so that when he was 18 years old ‘my father wanted to gift me a car and I asked him for a boat’.
‘That’s why, although I travel a lot to see my children in Seville and Madrid, I want to continue living in La Línea, where I learned to sail when I was just 12 years old’, our guest affirms, while we carry on enjoying anecdotes and memories as he tells us about his three voyages across the Atlantic.
Juan Carmona through ten questions:
– A colour
Navy blue
– An animal
The cat
– A song
Walk Of Life by Dire Straits (my daughter set it as my ringtone)
– A book
‘The Man Who Loved Dogs’ by Leonardo Padura
– A movie
Clint Eastwood’s ‘Unforgiven’
– A hobby
Sailing
– A place to lose yourself
Formentera
– Something that is always in your suitcase
A toothbrush
– What qualities do you appreciate the most, and what is it that you can’t stand in a person?
I can’t stand someone who is annoying and I appreciate honesty
– Describe yourself in 3 adjectives
Relaxed, family-oriented and dependable.