“Sotogrande me encanta, tengo muchas ganas de repetir y de cantaros mucho”
La hija mayor de Antonio Carmona, de Ketama, y de Mariola Orellana, inmersa en su carrera musical, cuenta a SGplus cómo se adentró en este mundo y cuáles son sus proyectos
Por Soraya Fernández
Llevas la música en tus venas, ¿tenías claro desde pequeña que querías dedicarte a la música?
La verdad es que no. Es cierto que desde muy pequeña cantaba en mi casa y en alguna juerga, pues me medio obligaban a cantar algo; pero la verdad es que la música siempre ha estado en mí y forma parte de mí. Empecé la carrera de Periodismo en Madrid porque me encantaba escribir, pero cuando me fui a Miami a estudiar la carrera de Educación Musical y empecé a dar clases de voz, es cuando vi que mi vida era cantar.
Imagino que en esta vocación ha tenido mucho que ver crecer en una casa frecuentada por artistas de todo tipo y de primer nivel ¿no es así?
Bueno, para mí ver a grandes artistas en casa forma parte de mi estilo de vida desde que nací, pero mi vocación va ligada únicamente a lo que corre por mis venas, a algo que es un sentimiento más que una vocación.
¿Cuáles te han impactado más?
Tengo a dos artistas que siempre me vienen a la cabeza porque fue muy impactante conocerles cara a cara. Jennifer López fue una de ellas cuando era más pequeña y Lenny Kravitz, que llegó de sorpresa al cumple de mi madre en Miami, fue otro gran descubrimiento para mí; es un gran artista y una gran persona.
¿Qué papel han jugado tus padres en este aspecto?
Mis padres han sido mis mejores consejeros y críticos a la vez. Tengo la suerte de tener el mundo del business y la creatividad por parte de los dos. Tenerles a mi lado para este proceso musical es mejor que cualquier máster.
¿Qué consejos te ha dado tu padre?
Mi padre siempre me ha dicho que disfrute el proceso, que lo importante no es llegar sino disfrutar cada día de lo que haces. Es una profesión muy complicada, pero te da muchas satisfacciones al final. Sobre todo, me dice que tenga constancia y disciplina, que hacer música es una de las sensaciones más bonitas del mundo.
¿Y tu madre?
Mi madre es la que me da la fuerza y la seguridad en mí misma para tirar adelante. Es una gran luchadora y sabe que la música está es un momento complicado, pero que aún así, hay que seguir trabajando y haciendo canciones bonitas.
¿Qué música escuchabas de pequeña y cuál escuchas ahora?
Me gusta la buena música, la de siempre. De pequeña era una chica de los 40 Principales, siempre tenía la radio puesta en mi habitación; en cambio, ahora, ya no puedo poner la radio porque es todo igual. Ahora cuando abres Spotify tengo desde Edith Piaf hasta Remedios Amaya pasando por Calle 13, así que, ¡imagínate!.
Estudiaste en Miami, ¿por qué Miami? ¿Qué te ha aportado en lo personal y en lo profesional?
Miami era de todos Estados Unidos el sitio donde mis padres conocían a muchos músicos y amigos, así que alguna vez hemos estado de vacaciones. De repente, en una de esas decidí quedarme a estudiar inglés y vivir allí una temporada. Miami me aportó madurez, desapego y fue donde me convertí de niña a mujer. Descubrí mi pasión incondicional por la música, mi voz y mi pasión por el escenario. Es una ciudad maravillosa con una diversidad cultural increíble, y eso me aportó mucho a la hora de componer y coger tablas.
Y luego, decides regresar. ¿Por qué?
Decidí regresar porque conseguí una de mis metas, terminar mi carrera de Educación Musical. Sentí que Miami ya me lo había confirmado del todo y que era hora de volver a casa.
Un mundo difícil el de la música, pero hay que pelear por un sueño, ¿no?
Por supuesto, el mundo de la música como muchas otras profesiones, te da muchas alegrías pero también mucha incertidumbre. Al final, en esta profesión estás expuesto al gusto personal de cada uno; hay algunas canciones que te llegan y otras que no tanto, pero aun así hay que seguir luchando y creando historias para contar.
“Telarañas”, tu primer single, es un grito de empoderamiento de la mujer gitana, ¿no es así?
Así es. Con este tema quise ayudar a través de mi voz a todas aquellas mujeres gitanas que luchan por la igualdad y no tienen cómo hacerlo.
Tú eres un ejemplo de dicho empoderamiento ¿Eres consciente de que puedes ser un referente para muchas chicas gitanas?
La verdad que eso para mí es un regalo, si alguna siente que puedo ser su referente, ella o él también lo serán para mí. Todas podemos crecer juntas y ayudarnos entre nosotras.
Tengo entendido que la letra es tuya, ¿te has sentido alguna vez encorsetada y limitada por ser mujer y llevar sangre gitana?
He tenido la gran suerte de ser gitana y libre a la vez. Pero, por desgracia, he tenido a mi alrededor amigas o familiares que sí han tenido esa limitación y discriminación.
Las tradiciones gitanas, ¿un lastre para la mujer o un patrimonio a conservar? ¿Cómo lo has vivido tú?
La cultura gitana tiene tradiciones maravillosas y por supuesto un patrimonio a conservar. He vivido cosas muy especiales y muy bonitas como son las bodas gitanas. Pero en mi casa hemos sido muy respetuosos y libres, nos han criado con mucho amor y respeto.
Has cedido los derechos de “Telarañas” a la Fundación Secretariado Gitano para proyectos con niñas y mujeres gitanas. ¿Qué tal ha ido la campaña?
La campaña ha funcionado muy bien, la verdad, ha habido mucho trabajo e implicación por parte de todos. Ojalá que haya muchas más.
¿En qué trabajas ahora?
Ahora mismo estoy trabajando en mi proyecto personal, haciendo mis canciones; pero a la par estoy de gira con Ketama y haciendo mis versiones en francés.
El verano pasado actuaste en Sotogrande. ¿Cómo recuerdas la experiencia?
El verano pasado actuamos en La Reserva de Sotogrande, un sitio maravilloso. Sotogrande me encanta, todo el sur en general me encanta para trabajar.
¿Habías estado antes?
No había estado nunca en La Reserva, pero en Sotogrande mucho. Tengo muchas ganas de repetir.
¿Volverás este verano a actuar en la zona?
Si Dios quiere volveremos seguro. Tengo muchas ganas de trabajar y cantaros mucho, que aquí queda Marina pa’ rato.
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