El golfista inglés, mejor clasificado en el ranking mundial en el torneo después de la marcha del número uno del mundo, Jon Rahm, hizo gala de paciencia y regularidad para conquistar el espectacular trofeo de la prueba, los alcornoques de plata que hasta ahora solo habían alzado otros cuatro jugadores.

Fitzpatrick supo buscar los objetivos precisos y mantuvo la calma cuando la suerte no le sonrió con el putter. A su alrededor, mientras él acumulaba un par tras otro, los vaivenes fueron haciendo mella en las tarjetas de sus rivales directos y él supo aprovechar las oportunidades que se procuró en los hoyos 16 y 17 para establecer un margen que resultó decisivo. Con Laurie Canter fuera de la ecuación por el encadenamiento de varios errores, fue el sueco Sebastian Soderberg quien ocupó la primera plaza durante gran parte de la vuelta hasta que el hoyo 17 ejerció, de nuevo, de inmisericorde juez.

Con una tarjeta impecable, con dos birdies y ningún bogey, Fitzpatrick remató en un 18 repleto de público que le dedicó una ovación cerrada a modo de recompensa adicional. Su triunfo en el Real Club Valderrama, primero de un inglés en este torneo y sexto de los jugadores de este país en las 26 pruebas del European Tour disputadas en este recorrido, figurará en un lugar muy especial de su palmarés.

“Siempre he tenido como objetivo ganar en Valderrama dado el historial que tiene. Conseguirlo sin cometer bogeys el domingo es muy especial. Estoy encantado”, explicaba Matt Fitzpatrick al final de su vuelta. “Aquí no hay ningún hoyo en el que te puedas tomar un respiro. La salida del 16 es difícil, en el 17 el desastre acecha y un par en el 18 es un gran resultado. Me pareció que si aguantaba, resistía en la zona alta y hacía un par de birdies si era posible, los pares no eran malos, y eso es lo que sucedió”.

Con este triunfo, el séptimo del inglés en el European Tour, Fitzpatrick asciende a la quinta plaza en la Race to Dubai y se meterá entre los 25 mejores del mundo.

El barcelonés Pablo Larrazábal finalizaba como mejor español del Estrella Damm N.A. Andalucía Masters en la vigésima posición con +1 en el acumulado después de derrotar al Real Club Valderrama en la última vuelta. Por detrás, Alejandro Cañizares, Rafa Cabrera Bello y Sebastián García Rodríguez terminaban vigésimo quintos con un golpe más.

Gran colofón, por tanto, para un nuevo Estrella Damm N.A. Andalucía Masters que reunió a 36.541 espectadores a lo largo de los cuatro días de competición, un torneo con vocación de expansión y crecimiento, y que sin duda seguirá contando en el futuro con un plantel espectacular y con el respaldo decisivo de entidades públicas y privadas.


DENTRO DE LAS CUERDAS

Decidido apoyo institucional al Estrella Damm N.A. Andalucía Masters
El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, asistió a la última jornada del torneo para mostrar su apoyo a un evento que considera fundamental para mostrar Andalucía en los medios de comunicación de todo el mundo.

Marín ha destacado la aportación del torneo a la economía andaluza por su capacidad para atraer turistas nacionales e internacionales “de poder adquisitivo medio-alto, con una estancia prolongada y que suelen viajar varias veces al año y nos ayudan a luchar contra la estacionalidad”.

El vicepresidente de la Junta de Andalucía considera que el sector del golf es fundamental en un momento de recuperación del sector turístico. “Cuando otros apostaban por no celebrar determinadas citas, nosotros demostramos que se podían sacar adelante a pesar de las circunstancias”, un esfuerzo que está ahora generando sus réditos al consolidar a Andalucía como sede de grandes competiciones.

Marín ha celebrado que, tras una época muy complicada, “el verano ha sido bueno y el otoño mucho mejor de lo que preveíamos, ahora se están alcanzando niveles de ocupación que incluso rebasan las expectativas”, como reflejan los datos de ocupación del reciente puente de la Hispanidad en torno al 90% o 95% en zonas del litoral y por encima del 78% en provincias del interior.

El hoyo 17 ejerció de verdugo
El mítico par cinco de Valderrama volvió a ser crucial en el desenlace del torneo. Sebastian Soderberg llegó al 17 liderando el torneo con dos golpes de ventaja, muy cerca ya de culminar una gran jornada gracias a cuatro birdies y un eagle por solo dos errores.

Cuando parecía que Soderberg se acercaba a su segunda victoria en el circuito europeo, una mala salida en el 17 dejó la bola perdida en una zona de arbustos, lo que abrió de par en par la puerta a sus rivales en el tramo definitivo de la vuelta.

El sueco jugó una bola provisional y terminó el hoyo con tres putts para un doloroso 7, doble bogey, que minó sus opciones de vitoria. Un nuevo bogey en el 18 le relegó al segundo puesto empatado con Min Woo Lee.

Los ganadores responden en Valderrama
El defensor del título, John Catlin, se despidió de Valderrama con buen sabor de boca. Aunque no pudo reeditar el éxito del año pasado, el estadounidense entregó la mejor tarjeta del día junto a Gavin Green, 67 golpes (-4), con los que terminó en el undécimo puesto empatado.

Otro ganador, Andrew Johnston, que se llevó el Open de España en este campo en 2016 finalizó su participación en el torneo con una vuelta de 69 golpes (-2) en el puesto decimoquinto empatado.

Mucho más que un gran pateador
Si por algo ha destacado Fitzpatrick en los últimos tiempos es por ser uno de los mejores jugadores en los greens, llamando la atención su costumbre de patear la mayoría de las veces con la bandera puesta. En Valderrama quedó claro que el inglés tiene mucha magia en su bolsa más allá del putter, y los hierros se portaron de maravillas.

“Mi entrenador Mike Walker y yo hemos estado trabajando mucho en mis hierros. Quizás no le reconozco suficientemente sus méritos pero, en mi opinión, es el mejor entrenador que hay. Pasa horas y horas mirando mi swing, tratando de hacer las cosas bien, encontrando pequeños detalles que poder mejorar, y ese buen trabajo se ha visto esta semana”.