En apenas diez días Oriol Juvé ya tiene definidas sus primeras líneas de actuación: crear una agenda anual, unificar al equipo y una clara apuesta por el mercado local y la sostenibilidad

Por Reyes Seijas · Fotos SGplus

Casi sin  haberle dado tiempo a desembarcar, el nuevo Manager Country Club de La Reserva Sotogrande se sienta a hablar con el equipo de SGplus para compartir sus primeras impresiones, expectativas y experiencia internacional en el sector hotelero de lujo. 

De origen catalán, aunque recorriendo mundo desde los 17 años cuando se fue a Suiza a estudiar, Oriol Juvé se siente a gusto hablando de las posibilidades que le ha brindado su profesión, permitiéndole conocer diferentes culturas y, como él dice, “diferentes maneras de hacer las cosas”. Estados Unidos, Malta, Francia, Italia, Portugal… y en su última etapa profesional en Madrid y Marbella.  

Fue de los pocos directores generales que vivió solo en un hotel el confinamiento al inicio de la pandemia y supo verlo como una oportunidad para reinventarse y aprovechar los 7.500 metros cuadrados de los que disponía en pleno centro de Madrid. Su salto a La Reserva Club  llega tras enamorarse del proyecto y sentir ese feeling que a él le mueve constantemente. “A nivel profesional lo necesito, he estado saltando demasiado para ganar experiencia”, reconoce. Y ahora llega con toda la positividad y entusiasmo que transmite en la distancia corta, con ganas de seguir aprendiendo y de reforzar la comunicación tanto dentro como fuera de su nuevo proyecto. 

¿Qué supone a nivel profesional afrontar un proyecto como este? Yo siempre he trabajado con habitaciones donde alojar a huéspedes y aquí no tenemos eso. Me presentaron el proyecto de La Reserva con sus 400 hectáreas, The Beach, el racquet club, el club house y el campo de golf. Así como las residencias que podemos alquilar y eso me interesó muchísimo, porque tengo que desarrollar características y ver con los equipos cómo podemos atraer el tipo de cliente que necesitamos. El objetivo es claro: crear suficientes servicios e instalaciones para que el potencial comprador quiera venir aquí y no a otro destino. Eso es lo que tenemos que ir formando y estoy encantado. 

¿Cómo tiene proyectado el desarrollo de su gestión uniendo lo que ya hay con sus ideas y su plan estratégico? Tras sentarme con el equipo puedo decir que la verdad es que han hecho un montón de cosas y muy bien hechas. Aunque sí que es verdad que he visto que no ha habido consistencia. Yo creo que han tenido muchísimas ideas, muchas de ellas excepcionales. Ahora lo que quiero no es crear cosas nuevas, porque las ideas ya las tienen, sino cogerlas, ver las que pueden funcionar y con mi experiencia y  feeling decidir por cuáles debemos apostar. Yo quiero apostar por pocas ideas buenas, pero que sean recurrentes y que podamos mantener durante todo el año. Una de las cosas que vamos ya a cerrar la próxima semana es la agenda anual, con los eventos definidos para que el mercado local lo empiece a saber. Es importante tener más conexión con el mercado local, hay que hacer ver que La Reserva es un lugar para todos. 

No vengo a cambiar y revolucionar todo, no es mi misión. Sino a coger lo bueno que ya existe, desarrollarlo y, sobre todo, dar consistencia durante todo el año. Al final los servicios nos ayudan a incentivar las ventas, pero si no es constante y coherente, no lo conseguiremos. 

¿Qué parte de su experiencia fuera de España trae aquí, teniendo en cuenta que en Sotogrande buena parte de los residentes son extranjeros? Una de las cosas que he aprendido trabajando en hoteles 5 estrellas lujo es que es difícil definir hoy en día a los clientes. Lo que es considerado lujo es diferente para cada persona, y esto cambia por nacionalidad y por tipo de cliente. Cada vez más nos tenemos que saber adaptar, no podemos crear un paquete cerrado. Un ejemplo muy claro y en el que muchas veces en los hoteles caemos cuando hacemos los tratamientos VIP. Todos hablamos de la personalización hoy en día, que obviamente es complicado y se necesitan recursos, pero muchas veces no es por recursos económicos, sino por ver un poquito más allá, salir un poquito de la caja y no quedarte en lo típico. Intentemos entender quién es nuestro cliente, qué es lo que quiere y busca. 

Otras de las cosas por las que estamos apostando es por el producto local, utilicemos lo que tenemos. A mí me gusta mucho focalizarme en esto y potenciar el km 0 primero, para potenciar a tu comunidad y segundo, para ofrecer productos locales a tus clientes. Ahí triunfas, no tengo dudas. 

¿Qué se esperaba antes de llegar a Sotogrande y qué te has encontrado? Sotogrande solo lo conocía de oídas. Yo siempre he trabajado en hoteles con campo de golf y me esperaba algo diferente, me ha sorprendido. El colegio, tanto mercado local y tanta gente viviendo aquí. Me resulta muy curioso que, por ejemplo, yo que vivo en La Reserva cuando paseo no veo a nadie y sin embargo las casas están llenas.

¿Qué espera de su experiencia aquí? Espero aprender y poder aportar algo que haya traído de mi experiencia en el extranjero. Pero yo creo que lo que tenemos que hacer es mucha piña con el equipo, unirlos mucho. Me he encontrado a un equipo muy bueno pero un poco desfragmentado. Por tanto es una necesidad y la empresa propietaria también tenía esta visión. Yo creo que es importante que nos unifiquemos porque al final el objetivo es el mismo: apoyar más la comunidad local, la sostenibilidad, los servicios…

¿Cómo se lleva con el golf?

Soy más de vela y skate. Llevo trabajando con golf unos 15 años de mi vida. Debo ser el mejor director de ventas de golf que no juega al golf. Sé venderlo muy bien pero no sé jugarlo. Ya le he dicho a nuestro director de golf, Óscar Checa, que me tiene que enseñar.