“En Sotogrande aprendí a batallar contra las adversidades”
Autodidacta y muy exigente consigo mismo. Así es Víctor Jerez, un estibador de Algeciras que se ha convertido en el referente de la pintura en directo al inmortalizar a Rafael Nadal, Jennifer López o Sergio Ramos
Por J. RODRÍGUEZ AGUDO
¿Cómo empieza la relación entre Víctor Jerez y la pintura?
Siempre he sido muy atrevido y un día, viendo una oportunidad, me fui con mi coche al polo. Cuando llegué y le dije al de seguridad que pintaba no me dejaron entrar. Con el paso del tiempo y, tras mucho insistir, pude empezar a pintar en el After Polo. Hice una exposición y viendo que allí la gente a lo que va es a divertirse, se me ocurrió la idea de pintar en directo. Eso ya sí fue gustando más. También se me ocurrió fusionar las marcas que colaboraban en el evento con el mundo de los caballos y fui cogiendo más terreno hasta que acabé en el césped, en mitad del propio After Polo, pintando. Así estuve tres años, en los que tuve la suerte de pintar a celebridades como Bimba Bosé o Carlos Jean. En el momento en el que lo iba a dejar me llamaron para empezar con el Open de Madrid.
Ha pintado en diferentes disciplinas deportivas, como el tenis, ¿qué tiene de especial el polo?
Me quedaría con muchas cosas: la espectacularidad de los caballos corriendo en frente tuya, el ambiente tan bonito que se crea en verano… Personalmente fue muy satisfactorio pintar en las finales. Además, en ese recinto habían expuesto artistas de gran renombre y tras dos años conseguí presentar allí mi propia galería.
¿Qué conserva Víctor Jerez de esos comienzos?
En Sotogrande aprendí a batallar contra las adversidades. Por ejemplo, cuando hacía viento tenía que amarrar las bases de la sombrilla poniendo el pie en el caballete. Eso te hace ver que cuando llega una oportunidad no la puedes dejar escapar por nada del mundo. Ahora cuando voy a algún sitio lo hago para triunfar.
¿Esperaba llegar hasta donde ha llegado?
Lo he soñado. De hecho estoy viviendo más de lo que había soñado. No me creo todo lo que me ha pasado si miro hacia atrás. Es un sueño que se ha materializado.
¿Cuánto hay de trabajo y cuánto de talento en su obra?
Un 99% de trabajo y un 1% de talento. A día de hoy hago conferencias hablando sobre el sacrificio que he tenido que hacer y los valores que me han llevado a conseguirlo. No soy un genio, me considero una persona muy trabajadora que aprovecha todas las oportunidades al máximo.
Dudo que haya muchos artistas que se atrevan a hacer cuadros en directo…
A nivel mundial soy la única persona que ha pintado a tantos deportistas de élite y personas tan relevantes.
¿Cómo se le ocurrió hacer algo tan novedoso?
Siempre he sido autodidacta. Voy observando al espectador y valorando el trabajo. Cuando hacía una exposición veía que a la gente le gustaba pero no era visible todo el esfuerzo que había detrás; entonces mi idea fue hacerlo en directo para que ese trabajo se viera y el espectador disfrutara más. Adquirí la habilidad de pintar rápido, después de horas y horas de práctica, y conseguí asombrar al público.
Ha pintado a Sergio Ramos, Jennifer López o Rafa Nadal, entre otros, pero sigue en su puesto en el puerto de Algeciras…
Es lo que me ha tocado y lo asumo. Son dos mundos completamente diferentes pero si Dios quiere que siga allí, pues allí seguiré. Mi idea es seguir adelante y poder vivir de la pintura únicamente. Este año, con los acontecimientos que se han dado en el puerto, he tenido que estar trabajando y pintando todo el día, y aún así he conseguido mis metas, incluso las he superado.
¿Qué espera Víctor Jerez de 2020?
No he cerrado nada con nadie. Después del último proyecto que realicé con Porsche, que lo quise terminar bien porque apostaron mucho por mí, ahora quiero meterme en el estudio, encerrarme el tiempo que sea necesario y sacar cosas nuevas. Mi propósito más claro, como he dicho, es poder dedicarme únicamente a la pintura, pero para dejar mi trabajo de toda la vida me tiene que merecer la pena. Aún no he conseguido lo que quiero.